Me aburre mucho planchar y para engañar al tedio suelo ver la tele mientras el vapor alisa la ropa. Y os confesaré que una de mis series favoritas para la plancha es "Sin tetas no hay paraíso". A veces, cuando la pereza me devuelve toneladas de ropa arrugada, encadeno un capítulo tras otro, a través de Internet. Y me lo paso muy bien, entre una traición y algún que otro alijo incautado, las camisetas parece que se estiran solas...
"El Duque", ese malo malísimo tan deseado, no anda falto de gusto a la hora de escoger guarida. El chalet en el que enamoraba a Cata en la primera temporada era espectacular y esta casa donde se ha refugiado en la segunda, no le anda a la zaga. Se trata de un auténtico loft en la más pura tradición neoyorquina, nada que ver con los miniespacios que los constructores de hoy en día tratan de hacer pasar por lofts.
La primera vez que lo vi me llamó mucho la atención la entrada, directa desde la calle. La casa se encuentra en el centro de Madrid, en un edificio protegido del siglo XIX con fachada de ladrillo visto, situado muy cerca del Palacio Real.
En el interior, los muros de ladrillo enmarcan grandes ventanales situados a media altura, dejando entrar la luz a la vez que resguardan de las miradas indiscretas. El suelo de cemento pulido presenta unos dibujos que delimitan la zona de paso a modo de inexistente alfombra. Bellas columnas de hierro colado sustentan el altísimo techo, del que cuelgan alineados ventiladores y lámparas de diferentes estilos.
La superficie, un rectángulo de 150 metros cuadrados, cuenta en un extremo con una cocina americana separada del resto de la casa por una barra. Un buen lugar donde servirse un whisky, que es lo que supongo que tomarán esta panda de delincuentes antes o después de realizar sus fechorías. Y cómo no, una mesa de billar da la bienvenida a los invitados. No hay mafioso que se precie que no juegue una partidita de vez en cuando...
Junto a ella encontramos el comedor, definido por una larga mesa y unas lámparas negras que nacen del techo para aportar luz y personalidad a este rincón. Tras comer y jugar al billar, llega la hora de descansar sobre unos cómodos sofás de lineas rectas. Frente a ellos, formando otro espacio, dos butacas Barcelona, diseño de Mies Van Der Rohe, dispuestas frente al televisor.
El dormitorio es el único espacio íntimo de la casa. Separado del salón por unas escaleras y un juego de paneles de cristal, está dividido en dos niveles. En el superior reina una sobria cama, flanqueada por dos grandes lámparas. Debajo, un enorme vestidor se abre tímidamente al salón.
En la vida real, este espacio se alquila como marco para comidas privadas y eventos de empresa, además de rodajes de cine y televisión. Pertenece a la actriz Raquel Meroño, quien vivió aquí con su pareja durante una temporada, hasta que nacieron sus gemelas, momento en el que decidieron dar otro rumbo a este estupenda casa.
Vía | Pop Rosa Más información | Rockandloft Más información | Tele5.es En Decoesfera | Saca partido a tu inversión: alquila tu casa para rodajes
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