Si algo tienen los materiales naturales como la madera es la elegancia y la calidez que aportan a nivel decorativo. Estimula saber que es todo un acierto jugar con la madera en ambientes exteriores utilizándola para mobiliarios, complementos e incluso definir el suelo del jardín o la terraza sea cual sea su amplitud. Sin duda es una de las mejores opciones llena de fantásticas ventajas.
La amplia gama de texturas y colores hacen dudar en su elección aunque no importa demasiado, cuando sabemos que el resultado es excelente. La resistencia de estos suelos, como en casi todo, tiene diferentes niveles de calidad y garantía. Si se instala un pavimento de alta gama asegura su dureza en épocas del año con inclemencias climatológicas. Esa etapa aún no ha llegado, así que toca disfrutar de pavimentos naturales bajo el sol intenso y que resistan a muchos chapuzones veraniegos ajustados a cada necesidad y gusto. Os acercamos imágenes de ambientes creados con acabados ideales, para conseguir un buen rollo creativo y que a su vez proyecten confort en los espacios.
Respecto a su durabilidad, su rendimiento depende de los cuidados que se le consideren, lo normal es aplicar tratamientos recomendados para cada terminación y color que son los que amplian y potencian el resultado anual. La colocación es bastante más sencilla de lo que se cree, lo habitual es instalar láminas que aislan el suelo inferior y que se nivelan fácilmente si es necesario.
Los tipos más usuales de maderas empleadas para jardín y que soportan las diferentes etapas y condiciones ambientales suelen ser o maderas tropicales como el iroko, el ipé o la teca. Son las más conocidas y adecuadas, además de tener tonalidades varias, formas y acabados. La madera de pino puede ser una segunda opción como bien hemos comentado, los niveles de calidad y durabilidad varían, claro está. En el caso de elegir la madera de pino es bastante más económica e igualmente se emplea para esta utilidad. Normalmente se juega con el color original aunque a veces resulta demasiado claro, por ello algunas son tratatadas con tintes que la oscurecen.
La influencia nórdica arrasa también en verano, y pone a prueba las zonas de relax ubicadas al aire libre, implantado los suelos de madera cada vez más utilizados y demandados. Personalmente a mí me encantan y me hacen percibir tal como los piso, un ambiente cálido y confortable, en el que sin duda gusta estar.
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