Mobiliario de jardín a partir de velas recicladas. Es la típica idea genial que esperaríamos que proviniera de algún loft en Brooklyn, pero no, DVelas es una empresa española, de Pamplona concretamente, y su trabajo consiste en dar una segunda vida a velas de barcos que hayan dejado atrás sus mejores días.
Sillas, tumbonas, pufs y hamacas hechos con antiguas velas, e incluso colgadores y tendederos a partir de otros aparejos. Muebles con personalidad propia, cada uno con un diseño único gracias a que no hay dos velas iguales, cada una desgastada de una manera diferente por el tiempo y las inclemencias de la mar.
Trimmer
Este modelo es probable el más bonito de la serie, y el que más nos recuerda a los clásicos del movimiento moderno, muy inspirado en la silla BKF, entre otras. Es una silla ligera, de proporciones elegantes y que parece realmente cómoda.
Su nombre proviene del verbo trimar, que es la acción de ajustar el aparejo y orientar correctamente las velas según la dirección del viento.
Vaurien
Una hamaca muy poco convencional, que puede hacer las veces de colchoneta para la piscina. Su estructura, que recuerda a la de una pequeña embarcación de vela, de la que toma su nombre, le permite no sólo ofrecer sombra a su ocupante, sino también un cómodo respaldo en el que apoyarse.
Barlovento y Sotavento
Aunque el nombre sea doble, la tumbona es sólo una, solo que desdobla su función también como poltrona dependiendo de cómo la coloquemos en el suelo. También tiene dos acabados, uno con tubo de metal, propio de los mástiles más modernos, y otro con tubos de madera, que recuerdan a los barcos más antiguos.
Genois
Adopta su nombre de una vela triangular de gran tamaño, principalmente porque su forma también es triangular. Es quizás la pieza más sencilla, un puf elaborado a partir de velas recicladas, con dos acabados disponibles, uno más convencional y otro más largo, a modo de muf cheslón.
Garrucho y Driza
Garrucho es un sistema de colgadores realizado con mosquetones de bronce recuperados, del que de nuevo adquiere su nombre, anudados a mano a cuerdas de cáñamo, para formar una percha muy de peculiar. Driza es parecida, solo que a modo de tendedero a dos alturas, que debemos mover como si tratáramos de izar una vela.
Sin duda, una colección la mar de interesante --nótese el juego de palabras--, no sólo por el hecho de reutilizar viejas velas para crear nuevos muebles, sino porque los diseños son bonitos por sí mismos, de forma que la ecología y el encanto de las velas es un valor añadido, y no el único motivo por el que nos haríamos con una de las piezas de la colección de DVela.
Por cierto, si tienes velas antiguas o estropeadas que ya no quieras --a mi me pasa a menudo-- las intercambian por sus muebles, o incluso pueden crear uno con una vela a la que le tengas cariño y te de pena deshacerte de ella.
Vía | Design Milk Más información | DVela En Decoesfera | Curt Deck, una hamaca elegante y minimalista