En Francia el compostaje es obligatorio desde este mes de enero. Esta medida, que implementa la clasificación de los biorresiduos, será obligatoria para todos los franceses siguiendo una recomendación de una directiva europea incluida en la ley de 10 de febrero de 2020 sobre la lucha contra los residuos y la economía circular que tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 vinculadas a la incineración de residuos.
Y ya lo dicen, cuando las barbas de tu vecino veas cortar, póntelas a remojar. Así que vamos a ponernos las pilas para comenzar a preparar el compostaje perfecto y sin esfuerzo.
Pero ¿están preparados los hogares, franceses, o en nuestro caso, los españoles, preparados para cambiar sus hábitos ? Reciclar ya es un reto en muchas familias a causa de la falta de espacio y de la distribución de las cocinas. Así que el compostaje es un tema más a añadir.
En Francia corresponderá a las comunidades ofrecerles soluciones adecuadas de clasificación y recogida; soluciones que todavía no están claras en muchos municipios. Pero aún así, la elaboración de compost en casa con un cubo o un contenedor exclusivo es una opción al alza en Francia.
Para lograr un compostaje exitoso no solo hace falta saber dónde vamos a colocar este nuevo accesorio, sino que también es necesario saber cómo rellenarlo para que el proceso salga bien.
Los compostadores están diseñados específicamente para acoger biorresiduos, o lo que es lo mismo, residuos orgánicos de origen vegetal o animal que se puedan descomponer de forma natural por los microorganismos, y que luego pueden ser utilizados para abonar el jardín o el huerto.
Entre estos residuos se incluyen materiales orgánicos de la cocina, desde restos de verduras a cáscaras de huevo, pasando por restos de comida de origen vegetal o posos de café. También podemos incluir residuos vegetales del jardín, la terraza o el huerto urbano, como hojas secas, ramas procedentes de la poda, frutos caídos...
Es importante señalar que en el compostador no hay que meter residuos que tengan origen animal como carne, productos lácteos (ya que pueden provocar el crecimiento de bacterias patógenas) residuos tratados químicamente ya que pueden ser nocivos para los microorganismos, o excrementos de mascotas.
La regla 50/50
Una vez que hemos visto qué podemos y qué no podemos meter en el compostador, es el momento de saber cómo podemos elaborarlo sin esfuerzo. Para conseguirlo, hay que conocer la regla 50/50. Esta regla se basa en el equilibrio entre materiales ricos en nitrógeno, como los residuos procedentes de la cocina, y los ricos en carbono (hojas muertas y restos del jardín o del huerto urbano).
En este sentido, hay que aplicar una proporción igual entre estos dos tipos de materiales al llenar tu compostador. Para comenzar, deberás depositar una primera capa de plantas secas como ramas y hojas, seguida de una segunda capa de restos de jardín húmedos, como hierba recién cortada, tierra, etc.
A continuación tendrás que añadir una tercera capa con restos de comida. Cubre cada nueva capa de residuos de cocina con una capa de hojas muertas o caja para respetar ese equilibrio y que el resultado sea el adecuado. De esta manera, el compost se descompondrá de forma óptima evitando la proliferación de olores desagradables y de insectos como gusanos o las moscas de la fruta.
Fotografías | Denise Nys para Pexels,
En Decoesfera | Mi Flor de Pascua no ha sobrevivido a la Navidad: dale una segunda vida a esta planta de interior
En Decoesfera | Con estos cubos de compostaje, podrás producir fertilizante natural para tu huerto urbano, aunque vivas en un mini piso
En Decoesfera | No las tires ni las recicles: así puedes dar una segunda vida a tu cápsulas de café