Casitas de diseño para niños

En general, las casetas infantiles suelen ser una aberración estética. Están hechas de plástico pintado de colores estridentes y la mayoría responden al estereotipo de casa, con su tejado inclinado, su puerta, su ventanita y su chimenea asomando. Afortunadamente, no todas son así, como por ejemplo estas preciosas casitas de diseño para niños.

Se trata de casitas de toda la vida, de las de poner en el jardín para que los niños jueguen, pero a las que su creador, el arquitecto David Lamolla les ha querido dar un toque especial, creando diseños inspirados en diferentes estilos arquitectónicos, desde el movimiento moderno hasta la vanguardia japonesa.

Mi preferida es la que ilustra la entrada, pues está basada en la que es para mi la mejor casa de todos los tiempo, la casa Farnsworth de Mies Van der Rohe. Su nombre, Illinois, es una referencia al estado de Estados Unidos en el que está ubicada, y aunque se permite alguna licencia, recoge muy bien el espíritu de la casa original.

El siguiente en mi lista de favoritos es el modelo Kyoto, pues no solo sabe transmitir muy bien ese estilo tan nipón, mezcla de minimalismo y deconstructivismo, sino que además es de las más versátiles, pues tiene diferentes tamaños e incluso se puede añadir un segundo piso.

No sé cuan peligrosa puede llegar a resultar la segunda altura, pero si tuviera jardín e hijos, sin duda sería la opción que escogería, porque tiene que ser realmente divertida y, desde el punto de vista estético, está muy bien proporcionada.

Los otros dos modelos son quizás los que mejor se integren en la decoración de un jardín, pues su diseño es menos llamativo. Me gusta especialmente el Casafórum, con las hojas perforadas en un revestimiento de chapa de acero que imita al acero corten que tan de moda está hoy en día.

El otro modelo, denominado Hobikken, sigue un estilo que podríamos definir como nórdico, convirtiendo la casa de juegos en una pequeña, acogedora y moderna cabaña, como la que podríamos encontrarnos en medio de los fiordos noruegos. La versión más pequeña es ideal para aquellos que no tienen jardín pero sí una terraza mediana.

Como habéis visto, se trata de unas casitas preciosas, ideales para que los niños estimulen su creatividad y crezcan sin las ataduras de los muchos estereotipos que nos dicen cómo debe de ser una casa.

Están fabricadas con madera contrachapada y otros materiales de calidad, son resistentes a las inclemencias del tiempo, fáciles de montar y requieren poco mantenimiento. Además, la empresa que las fabrica y distribuye, SmartPlayhouse, es catalana, por lo que no hace falta preocuparse por un posible envío.

Sin embargo, hay un gran pero, y es que tantas bondades se pagan, así que para hacerse con alguna de estas casitas de diseño para niños hay que desembolsar al menos un par de miles de euros para los modelos más sencillos y pequeños, y hasta casi nueve mil por el modelo Illinois con algunos extras como iluminación interior o puerta con llave.

En fin, os dejo con una galería para poneros los dientes largos o, quien sabe, motivaros a ahorrar para regalarles una a vuestros hijos.

Vía | Design Milk Más información | SmartPlayhouse En Decoesfera | Una cocinita retro para niños