La primavera nos está dando más que un disgusto en lo que a climatología se refiere y aún no hemos conseguido apagar la calefacción. Unos días hace falta, otros no... El termostato es nuestro gran aliado en temporadas inestables como estas. Ya habíamos hablado hace algún tiempo, en Decoesfera, del termostato conectado de Somfy, pero nos habíamos quedado con ganas de probarlo.
Sabemos que mide la temperatura y el nivel de humedad para un confort óptimo. El objetivo principal de un elemento como este es el de mejorar la sensación térmica en nuestro hogar para que tengamos un confort ideal sean cual sean las condiciones climáticas. Veamos como funciona.
Especificaciones técnicas
Con color blanco en acabado brillo, el termostato conectado Somfy tiene una longitud de 10.2 cm y un ancho de 9 cm. El tamaño no supone un gran problema, sobre todo porque en realidad, como podéis ver en las imágenes, el diseño es bonito y no desluce para nada cuando lo colocamos a la vista en la pared. Dispone de varios elementos y funcionalidades que optimizan los resultados que consigue:
Sonda para medir la humedad.
Función de geolocalización.
Cálculo de la inercia térmica y del aislamiento del domicilio.
Detección de ventana abierta.
Ajuste de la temperatura en el termostato mediante interfaz táctil y configuración a través de la aplicación para Smartphone disponible de forma gratuita para Android e iOS.
Además es compatible con TaHoma y con los servicios IFTTT y Amazon Alexa.
Instalación y configuración
La caja incluye: el termostato, una pasarela, dos pilas AA, un receptor radio, los cables y una guía Quickstart. En general, todo lo necesario para una instalación perfecta. La instalación y la programación del termostato se pueden hacer en pocos minutos siguiendo las indicaciones del tutorial en la app y con ayuda de la guía de uso interactiva en la aplicación.
Lo primero, por lo tanto, es descargar la aplicación en el teléfono ya que es la propia aplicación la que mejor nos guía en los pasos que tenemos que seguir. La conexión entre elementos es automática, y lo único que tenemos que hacer nosotros es personalizar las opciones que la app nos va ofreciendo, por supuesto resulta mucho más sencillo e intuitivo que con los aparatos que no van ligados a una app.
La instalación de la pieza en sí, si tenemos otro termostato antiguo ya instalado, es muy sencilla porque solo hay que retirar el antiguo y colocar el nuevo en su lugar conectando un par de cables.
El termostato conectado Somfy se adapta automáticamente a nuestra agenda y nuestros horarios. Con la función de geolocalización activada, cuando nos alejamos del domicilio, la temperatura baja, y cuando nos acercamos, vuelve a aumentar. Podemos también modificar la temperatura del termostato a través de la aplicación Smartphone, desde cualquier lugar. Además el control del valor real de la temperatura es mucho más fiable que en termostatos antiguos analógicos que tienen un margen de error más amplio.
El termostato analiza el rendimiento energético de la vivienda, las condiciones climáticas de nuestro lugar de vida y también los hábitos de uso. Así, podemos visionar en tiempo real, en la aplicación, la estimación de la factura de energía. Con la ayuda de esta estimación, la aplicación del termostato nos propone consejos personalizados para optimizar el consumo energético y reducir el impacto en la factura.
Experiencia y conclusiones
Finalmente, para los menos manitas en cuestiones del hogar Somfy dispone de ayuda en línea para saber si la instalación de calefacción es compatible. Servicio de atención al consumidor y foro Somfy, además de una red de instaladores Expert Somfy. A veces impone el DIY en lo que a temas de calefacción se refiere y saber que uno cuenta con un respaldo profesional es tranquilizador, al menos para mi.
En cuanto a la experiencia de uso, la conclusión es que nos encontramos ante un termostato que personaliza nuestro confort según como sea nuestra vivienda y nuestros hábitos y, además, nos ayuda a reducir la factura energética. Resulta, por lo tanto, especialmente adecuado para los que tenemos ritmos de vida cambiantes y complicados, porque la variedad de opciones de control permiten que el termostato se adapte a cualquier circunstancia en cualquier momento.
En mi caso lo fundamental es poder programar temperaturas diferentes en función de las horas y los días y también poder modificar en cualquier momento desde el móvil cuando surgen imprevistos o dejar que la geolocalización haga lo suyo y controle de forma automática los valores de temperatura más adecuados. El cambio es brutal cuando partes de un termostato analógico que lo único que permite es dejar una temperatura mínima establecida e inamovible mientras uno no vuelve a casa a cambiarla a mano.
Yo complemento el termostato analógico con un programador digital que tengo configurado para que corte la corriente de la caldera cuando no estoy en casa o en los horarios en los que no quiero que la calefacción funcione, pero obviamente sustituir todo por un único elemento que se controla desde el móvil hace que todo resulte mucho más eficiente y mucho más sencillo.
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