Hay objetos que no solo no se suelen enseñar, sino que se hace todo lo posible por esconderlos, a pesar de que puedan ser muy decorativos, y en algunos casos de gran belleza. Hablamos de los juguetes íntimos, esos que muchos dicen no tener pero se venden como churros. En el fondo de un armario, bajo llave, escondidos en un libro ficticio, o en las profundidades de un cojín con doble fondo, el caso es admirarlos y usarlos en la intimidad, ya sea consigo mismo, o en buena compañía.
Al menos eso era hasta ahora, porque hay quien ha pensado en integrar los juguetes sexuales en la decoración de la manera más natural, haciéndolos parecer inocentes pajarillos posados tiernamente en una rama. Sí, sí, una rama… Como podéis ver en la imagen, se trata de una lámpara que cuenta con un orificio en su base en el cual se puede colocar/guardar el dildo. Uno de sus extremos queda al descubierto, y parece un pájaro que estuviera picando el tronco desde una rama.
Al introducirlo en la lámpara, esta cae rendida por una corriente de placer y la luz se enciende, al retirarlo, la luz se apaga para encender las pasiones más terrenales. Se llama Love the Bird y es una idea del diseñador libanés Marc Dibeh.
Vía | Gizmodo
En Decoesfera | Margarita Bonita y sus muebles para mejorar las relaciones de pareja
Ver 7 comentarios