El Tereftalato de Polietileno está muy presente en nuestras vidas. Quizá no lo conozcamos con este nombre largo y farragoso de recordar, pero si hablamos de PET, seguro que nos vienen a la cabeza los envases de bebidas que habitualmente vemos en el supermercado. Este material tiene unas características especiales que lo hacen apto para su uso como contenedores de productos alimentarios.
Es muy resistente, no tóxico y totalmente reciclable. Aquí tenemos unos cuantos ejemplos para reciclar las botellas sin necesidad de someterlas a ningún proceso industrial: con un cúter podemos convertir unos cuantos envases en objetos de uso cotidiano.
Portavelas, botelleros, relojes de arena, servilleteros y otros artilugios renacen por obra y magia del ingenio. El estuche para guardar pinceles me ha encantado, es todo detalle, con cierre de cremallera y ojetes metálicos que actúan como respiradero para dejar secar los pinceles, y un cordón para transportarlo.
Quizá no todos los diseños sean de nuestro agrado, pero ¿quien puede resistirse a tener un portalápices de PET?
Vía | Apartment Therapy Más información | Recycline