Ya podemos ir empezando a coleccionar los tapones de las botellas de los líquidos que consumimos, todo vale, pero las de plástico son perfectas, de agua, de refrescos, de zumos... Las hay de todos los colores y cuanto más variadas mejor, en la variedad está el gusto. Sobre todo si para lo que las guardamos es para hacer una cortina cuando hayamos juntado suficientes.
Una vez conseguido un buen número de tapones el procedimiento es sencillo, agujerear, coger hilos con cierta resistencia y ensartar los tapones en los hilos, podemos hacer hileras monocolor, distribuciones bicolor para que la cortina tenga rayas o una mezcla totalmente arbitraria si lo que queremos es una mezcla multicolor, desenfadada y divertida, en cualquier caso el resultado puede ser excelente... y el coste cero.
Por un lado le damos uso a ese plástico cuyo reciclaje nos trae de cabeza hoy en día y por otro pasamos un rato divertido confeccionando la cortina. Después podemos colocarla en sustitución de una puerta de acceso al lavadero, al cuarto de la plancha o en general separando cualesquiera dos espacios.
La cortina no es opaca, queda espacio libre entre las chapas y por lo tanto permite el paso de luz natural entre los espacios, además la figura de las chapas entre la luz, puede dar lugar a sombras divertidas y decorativas y la iluminación natural hará brillar mucho los colores.
Vía | Recyclart En Decoesfera | Cortinas hechas con diapositivas