Son tantas las cosas que compramos hoy en día que vienen envasadas en vidrio, y siempre solemos guardar esos frascos de cristal por si en algún momento los necesitamos pero a veces llegamos a juntar tantos que ya no sabemos que hacer con ellos, los hay de todos los tamaños, altos y estrechos, bajos y anchos, altos y anchos…
Los usos más frecuentes que se les suelen dar es para guardar otra vez comida, legumbres que siempre vienen en esos paquetes de plástico con gran tendencia a romperse, azúcar, sal, galletas… También los más hacendosos en la cocina utilizan estos frascos de vidrio para envasar conservas de elaboración casera, pimientos al horno, salsa de tomate, setas, mermeladas… Ya se me hace la boca agua sólo de pensarlo.
Pero si pensamos bien, nos daremos cuenta de que a este tipo de recipiente se le puede dar otros muchos usos diferentes algunos de ellos realmente decorativos.
Si los frascos de cristal que elegimos son bonitos, bueno, yo por bonitos me refiero a más bien anchos y con forma redondeada, vidrio liso… en fin, cada uno que elija los de su gusto, lo que quería contar es que si los rellenamos con legumbres o cereales diferentes pueden servir de adorno en la cocina, además de tener una evidente función práctica, si los colocamos en un estante o un mueble a la vista pueden quedar muy bien.
Pero no sólo en la cocina, también por ejemplo en el cuarto de baño, frascos de diferentes tamaños se pueden rellenar con aceites, cremas, sales…. también jabones o incluso si los frascos son suficientemente grandes, hay unos de melocotón en almíbar de gran tamaño… También pueden servir para guardar toallas, es verdad que lo habitual para estos usos son los cestos, pero los jabones y demás acaban cogiendo polvo, en el frasco de cristal evitamos que las cosas se ensucien.
También podemos pensar en la posibilidad de aprovechar la forma del recipiente pero que no se vea, es decir el cristal podemos forrarlo o bien con papel o mejor con tela, me ha encantado el uso que podéis ver en la imagen bajo estas líneas de aprovechar los botes de cristal como jarrones pero para que luzcan bonitos envolverlos en bolsitas de tela, y se pueden colocar sobre superficie o colgarlos.
Parece un detalle insignificante lo de forrarlos pero de no ser así el resultado es horrible, a veces la gente es muy descuidada con los pequeños detalles, he visto casos en los que el bote de cristal se reutiliza sin ni quitarle la etiqueta del producto que tenía envasado, no hay nada que me horrorice más que ver flores en un bote que pone espárragos de Navarra o pimientos del piquillo, no cuesta nada quitar el papel y decorar un poco.
Finalmente los botes de cristal, en este caso los más pequeños se pueden utilizar como portavelas creando con ellos pequeñas lámparas tanto para interior como para exterior, muchas veces con las velas el problema sobre todo en exteriores es que se pueden apagar, dentro del bote evitamos que reciban aire de forma directa, otro problema es manchar con cera, en este caso se derramaría en el bote.
Los portavelas convencionales que venden en las tiendas muchas veces son opacos o semitransparentes y dejan pasar poca luz, los frascos de vidrio nos permiten conseguir una luminosidad bastante razonable, además podemos juntar tantos como queramos para conseguir la luz deseada, tanto en el interior de la casa, como en la terraza o el jardín.
No se que os habrán parecido estas ideas, a mi la mayoría de ellas excelentes, siempre guardo muchos frascos de cristal para cuando me da por hacer conservas por mi misma, pero otras muchas veces los tengo en casa sin utilizar y ahora en tiempos de crisis es buen momento para aprovechar estas ideas que sin gastar dinero nos permiten conseguir un ambiente renovado y muy acogedor.
Imágenes Vía | The Design Blog
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