En verano además de relajarnos y descansar, tenemos también más tiempo libre para realizar manualidades y proyectos DIY de decoración. Muchos seguro que habéis heredado algunas sillas antiguas y las tenéis en casa, sabéis que tienen un gran potencial decorativo que además son funcionales, pero no os decidís a darles el aire renovado que necesitan.
Pues ahora que llega el verano y el tiempo de vacaciones es el momento perfecto para que os hagáis con unas lijas y unos botes de pintura y os pongáis manos a la obra para cambiarles a esas sillas el color. Las sillas antiguas suelen estar muy bien de forma, pero sus barnices de antaño muchas veces son un horror, piden una mano de pintura a gritos.
Por ejemplo, en la foto sobre estas líneas podemos ver el cambio que ha experimentado una de las sillas de la primera foto de este artículo, que ha pasado del color madera a un gradiente en blanco y amarillo. Podemos pintar las sillas en color liso, porque lo del gradiente quizá ya es para nota, pero solo con que pintemos la silla en blanco ya cambia un montón.
Personalmente me encanta el conjunto de varias sillas antiguas pintadas cada una en un color diferente y alrededor de una mesa moderna de estilo industrial. Si no tenéis las sillas siempre estáis a tiempo de conseguirlas en una tienda de segunda mano, hay un montón y ellos están deseando venderlas.
Vía | Apartment Therapy
En Decoesfera | Antes y después: renovando mesa y sillas de estilo bistro