En mi paseo por la última edición de Casa Pasarela, tuve la oportunidad de conocer un poco más de cerca el trabajo de Mermelada Estudio, un joven estudio dedicado al diseño industrial. En su stand, Juanmi Juarez me mostró los objetos que se exponían, una selección en la que bajo unos diseños sencillos se escondía un empeño logrado por encontrar la armonía en sus superficies.
La apuesta de esta colección pasa por recuperar el cocooning, una forma de vida que nació en Estados Unidos en la década de los noventa. Esta tendencia intenta encontrar el máximo confort dentro del hogar, sin tener que buscar necesariamente estímulos en el exterior. Por tanto, han buscado diseños apacibles, que tramiten calma y relax, tanto en sus formas como en la luz y energía que estos desprenden.
La lámpara Maya es un buen ejemplo de ello. Se trata de una lámpara modular, que puede ampliarse a placer gracias a la forma hexagonal de su pantalla. Vista al natural proyecta una luz de propiedades relajantes, que unida a la geometría de sus formas la convierte en un objeto de deseo.
Presentada como lámpara de pie o de techo, es perfecta tanto para una pequeña casa como para una gran instalación, según se añadan pantallas. La sencillez del diseño contrasta con la luz que nace de su interior, un resplandor verde que impacta a la vez que relaja, creando un ambiente muy agradable.
También las mesas de la colección Winter, realizadas en madera y resina, contagian una sensación de placidez, cercana a la calma que transmite un campo recien nevado.
En estos muebles auxiliares, observamos como se fusionan mesas y recipientes bajo un manto blanco que los cubre y unifica. En el interior, el color rompe con la unidad del blanco, aportando equilibrio.
Y como un guiño travieso nos proponen el taburete Carmen. El reto: convertir la barra de un bar en un patio andaluz. De alguna manera es un macetero gigante, ya que el cuerpo superior, realizado en material plástico, está preparado para ser plantado con semillas de diferentes tipos.
De esta manera, la naturaleza no deja de estar presente en el interior recuperando el placer de sentarse sobre cesped natural. Y para quienes no lo deseen, también se puede optar por el tapizado en fieltro, una opción que requiere menos mantenimiento. El resultado es una pieza original, divertida y con mucha personalidad.
Más información | Mermelada Estudio
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