Calidez, esa es una de las sensaciones que te inundan al entrar en el espacio Filosofía en tres actos que Diego Rodríguez ha creado para esta nueva edición de Casa Decor Madrid. Una vez dentro, los colores, la sobriedad de líneas y muebles, y la cordialidad de los tejidos, envuelven al visitante hasta hacerle creer que ha llegado a casa. Quizá podríamos descansar en uno de sus sofás, descorrer la cortina, deslizarnos por su cristalino suelo, o cocinar en su fantástica cocina comedor, a la luz de un mar de lámparas.
La luz natural del espacio fue la inspiración para crear una armonía de frescura, color y diseño. Son tres ambiente que conviven a la perfección: cocina-comedor, biblioteca-zona trabajo y salón-zona estar. La pureza de líneas en el diseño y texturas contribuye a envolvernos en una atmósfera de tranquilidad.
Así se explica el decorador en la memoria del proyecto, un espacio que conjuga cocina, salón y biblioteca con muy buen resultado, introduciendo una equilibrada mezcla de iluminación, color, volumen y diversidad de materiales. La cocina, a pesar de estar resuelta de una manera totalmente tecnológica, no resulta fría gracias al contexto en el que se encuentra. Junto a la cocina Checkers, diseñada por Giorgio Armani para Dada, se encuentra una estantería que pone el acento en lo orgánico, ordenando la vajilla de cerámica intercalada con figuras animales talladas en madera.
Paralela a la cocina discurre una larga mesa, pulcra en blanco, animada en su seriedad por una colección de sillas de diferentes formas y tamaños, que aun así mantiene un nexo común. Sobre ella, iluminando y creando un importante foco de atención, se desordenan en armonía un conjunto de lámparas de estilo vintage.
Partiendo la estancia en dos se encuentra la biblioteca, una estantería en la que destaca la horizontalidad, resaltada por los módulos y separadores oscuros que la organizan de manera discreta, dejando que sean los largos estantes blancos quienes abran el vals.
Uno de sus costados hace las veces de recibidor, mostrando todo su contenido como bienvenida, mientras que al otro lado, una leve zona de lectura se abre gracias a una sencilla butaca iluminada por una ligera lámpara de pie.
La biblioteca es la columna vertebral de este espacio, dispuesta sobre un brillante suelo, no carente de calidez a pesar del material utilizado. Divide la estancia en cuatro zonas sin desperdiciar espacio, definiendo recibidor, cocina-comedor, rincón de lectura-biblioteca, y salón. Parece nacer del techo, desde una luminaria que le da un aire escultural vista desde el salón.
En el salón, una gran escultura suspendida de la pared saluda de manera sensual introduciéndonos en una zona cálida y enérgica, en la que destacan las paredes rojizas, vestidas con gruesas cortinas coordinadas en al mismo color liso. Tres ventanales balconados se abren a la luz, reflejada en una de las paredes tocada de blanco; dos de ellos carecen de todo vestido, siendo en sí mismas un elemento decorativo con sus sobrias contraventanas de madera.
Los sofás, de línea contemporánea, se reparten entre dos alfombras estampadas en geometrías y tonos cálidos, formando dos zonas diferenciadas sutilmente, cuyo hilo conductor son dos grandes pufs redondos que se desdoblan en asiento y punto de apoyo.
Un gran pieza luminosa destaca sobre las únicas cortinas de tierra rojiza, rompiendo el blanco radiante con su resplandor de ámbar. Si os ha gustado el espacio Filosofía en tres actos, que Diego Rodríguez ha creado para Casa Decor Madrid 2011, podéis ver más imágenes en la galería, al pie de estas líneas.
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