La verdad es que bien pensado un cabecero se puede hacer con casi cualquier cosa, hoy en día hay mucha gente que de entrada incluso decide prescindir de él, pero a la larga quien mas y quien menos algo acaba colocando, aunque solo sea con un vinilo y unos cojines, señalar y resaltar la cabecera de la cama sigue siendo algo habitual.
Pero si quedemos un cabecero de madera y grande, podemos hacerlo con unas tablas, o incluso reciclando unas viejas persianas, las persianas pueden ser de una casa nuestra antigua o podemos conseguirlas en alguna feria o tienda de segunda mano, además para nuestro proyecto en este caso necesitaremos algo más de madera, alguna moldura y unas cuantas herramientas cómo veremos a continuación.
La idea es teniendo en cuenta las medidas de la cama, construir en primer lugar el armazón de madera, lo que son las patas y el espacio en el cual colocaremos las persianas, tendremos que asegurar bien las uniones, ya que a efectos de seguridad la estructura es lo más importante del cabecero.
La moldura que va colocada en la parte superior es tan solo un embellecedor, no es necesario colocarlo, podemos dejar la madera a la vista, depende del gusto de la persona y del estilo del dormitorio en el que vayamos a colocar la cama, no le queda mal, tal vez lo hace más vistoso, pero aunque sin la moldura quedaría algo más sencillo tampoco creo que se viese mal.
Habremos medido también para saber cuantos trozos de persiana vamos a encajar dentro de la madera y para cortarlos en el tamaño correspondiente, los colocaremos uno junto a otro y los uniremos entre si y al armazón, aquí no es necesario hacer uniones muy rígidas, puede bastar con algo de cola y unas grapas de carpintero.
Por lo visto el cabecero es tan estable que no es necesario anclarlo a la pared, o eso nos cuenta la propietaria de este en concreto, al estar apoyado contra la pared y sujeto por la presión de la cama, eso es suficiente para sostenerlo, aunque si preferimos fijarlo a la pared en un par de puntos, también podemos hacerlo.
Finalmente si no nos gusta en el color al natural, sobre todo porque las persianas puedan estar deslucidas y la madera sin barnizar, podemos optar por lacar todo en un color o en dos que combinen, nos cuenta la dueña del cabecero que dudó entre el negro y el verde y que finalmente se decidió por el verde...
A mi no es un color que me guste mucho para decorar, yo creo que habría lacado todo en beige, siempre he preferido dar el color a través de los complementos textiles y no de la pintura y ya de pintar suelo elegir colores cálidos pero en tonos muy claros, aunque obviamente eso es una cuestión muy personal, ya se sabe que para gustos, colores.
Vía | Recyclart
En Decoesfera | Recicladecoración: un cabecero con cuatro tablas
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