Me gustan los dormitorios infantiles porque están llenos de elementos sorprendentes. Cuando los padres se deciden a decorarlos, no escatiman en la paleta de colores, ya sea un lugar destinado a una chica o a un chico. El dormitorio que os traigo yo pertenece a Sadie, una niña de casi tres años, en el que sus padres han combinado distintos elementos con muy buen tino.
Las paredes del dormitorio son azules, por lo que combinan perfectamente con la cama en tonos rosas. Observad cómo, para darle mayor luz a la estancia, se ha optado por una carpintería en blanco al igual que los techos. De este modo, el azul no absorbe toda la iluminación y las paredes parecen más altas.
Me gusta la combinación de cuadros con las letras pero yo creo que no hacía falta poner tantas eses, aunque a lo mejor esta es la mejor manera de que la peque aprenda a escribir su nombre a fuerza de verlo todos los días en la pared. Los cuadros en colores pastel ayudan a dar personalidad al cuarto mientras que permiten a la vista ir de un elemento a otro.
Como Sadie todavía es pequeña, se conforma con los muebles mínimos, como el de cajones que tenemos en esta imagen sobre el que se colocan todos sus juguetes. A medida que vaya creciendo, probablemente necesitará más espacio para sus libros y para sus nuevos juegos, así como un lugar donde hacer los deberes o dibujar cuando ella quiera. No me parece muy acertado haber apostado por un mueble tan rotundo ya que en cuanto Sadie llegue a esa fase, probablemente los padres no sabrán qué hacer con él.
Me gusta la elección de tejidos para la cama, ya que se ha conservado la esencia femenina de la peque mientras se ha buscado conseguir un lugar acogedor donde se sienta calentita y a gusto. Las camas en los cuartos infantiles suelen ser una extensión del suelo como pista de juegos y así lo han entendido los padres de Sadie. Además, como aún es muy peque, le han puesto una barrera para que no se caiga en las noches en las que tenga sueños animados.
No me importaría dormir en un cuarto como el de esta niña, si tuviera más espacio para libros y un rincón para trabajar. Me parece que esa es una de las claves de la decoración infantil: huir de los tópicos y crear espacios en los que los adultos nos encontremos a nuestras anchas, de manera realista pero con un gran lugar para jugar y aprender.
Imágenes vía | Ohdeedoh