Aunque hoy en día en muchos dormitorios ya se prescinde del cabecero yo confieso que a mi me sigue gustando. Hay infinidad de tipos de cabeceros, de todos los materiales, de todas las formas y colores, siempre podremos encontrar uno que encaje con nuestro estilo, que sea compatible en cuestión de espacio y que no nos desbarate el presupuesto, hay incluso opciones para hacerlo por nosotros mismos.
Por ejemplo para los amantes del patchwork el cabecero de la foto puede ser una interesante opción. No es muy complicado de hacer y puede quedar ideal en algunas habitaciones, yo personalmente lo veo perfecto para un dormitorio juvenil de chica con la cama de madera blanca… aunque por supuesto cada uno lo puede poner en la habitación de su elección. Además se le puede cambiar mucho el aspecto en función de las telas elegidas, son ellas las que marcan finalmente su estilo.
Para la elaboración del cabecero necesitamos tela, madera y espuma. Cada una de las piezas que vemos en la foto se hace por separado, es decir, hay que cortar la madera en cuadrados, sobre cada cuadrado colocar un trozo de espuma del mismo tamaño y forrar con tela del color de nuestra elección. Podemos pegar o grapar para asegurar y después colocamos todos los cuadrados sobre una misma base para configurar el cabecero en su conjunto.
Podemos comprar las telas o aprovechar retales sobrantes que tengamos por casa, la mezcla se puede hacer con tantas telas distintas como deseemos y elegiremos los colores en función del resto de tonos que decoren la habitación y de lo que más nos guste a nosotros. A mi me gusta la idea, aunque por ejemplo no coincido en la elección de telas que han hecho para el cabecero de la foto, yo elegiría tonos más llamativos y algunos oscuros para conseguir un resultado más intenso.
Vía | Home Dzine y Taking Time to create
En Decoesfera | Una pared de patchwork, un dormitorio diferente
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