En el mercado hay una gran variedad de diseños que encajan con habientes muy distintos, por eso es importante elegir uno que se integre en nuestra habitación.
Por ejemplo, si tenemos un dormitorio de estilo rústico en madera lo mejor es optar por las recuperadas de roble o pino, también nos queda la opción de utilizar modelos en hierro forjado si son compatibles con el resto de nuestro mobiliario. Mientras, en el caso de dormitorios de aire exótico o colonial quedan bien las maderas tropicales, cuyos modelos más habituales son los realizados en teca.
La otra posibilidad es utilizar diseños tapizados o forrar el cabecero, los primeros irán mejor con dormitorios de aire moderno, donde las nuevas tendencias son cabeceros tapizados en cuero, ante o chenilla. La segunda, forrar el cabecero, es una opción perfecta para los dormitorios de estilo clásico o romántico, además de ser tan fácil que puedes hacerlo tú mismo y darle un toque sofisticado a la habitación el forrarlo disminuye su peso visual, y lo integra mejor en el resto de la habitación.