Dormitorios infantil: Ikea nos aconseja cómo darles un aire nuevo con poca inversión y mucha imaginación

Estos dos meses de confinamiento han puesto a prueba nuestros hogares con el uso intensivo que les estamos dando. Este uso intensivo nos ha llevado a apreciar más nuestra casa, y a repensar su distribución o la decoración de la misma.

Sin duda, en los hogares con niños los espacios que más desgaste han sufrido por el uso ha sido los dormitorios infantiles. Las horas de juego y de actividades están pasando factura, y quizás sea el momento de darles un aire nuevo, redecorar, e incluso distribuir el espacio de otra forma ahora que hemos visto el uso que se les da y que tenemos tiempo para hacerlo.

Para solucionar este problema, hemos hablado con el equipo de Ikea para que nos ofrezcan unas cuantas claves para cambiar los dormitorios infantiles con poca inversión y grandes dosis de imaginación.

Analiza qué necesidades tienen

Antes de hacer cualquier cambio en casa conviene analizar el uso y las necesidades del espacio que vamos a reorganizar. Este consejo se aplica perfectamente al cuarto de los más pequeños. Piensa en sus edades, en las necesidades que tienen (presentes, pero también futuras a corto plazo), a qué suelen jugar, si les gusta invitar a amigos, o la cantidad de ropa y juguetes que tienen.

Además, es importante involucrar a los niños en el cambio de su dormitorio para que se sienta partícipes de la transformación de su cuarto y sientan el espacio como algo suyo.

Crea un universo mágico

Dado que las salidas al exterior van a estar muy limitadas en los próximos meses una estupenda opción es convertir su habitación en un espacio lleno de fantasía en el que los peques puedan dar rienda suelta a su imaginación y crear fantástica aventuras.

Además de sentirse mejor en su pequeño universo, el espacio les invitará al juego y a la diversión. Con pocos elementos como un dosel, fundas de edredón, alfombras o cortinas conseguirás un efecto sorprendente, convirtiendo su habitación en una jungla, un cielo estrellado o un rincón de palacio

Textiles mágicos

Los textiles son un recurso clave para transformar cualquier espacio sin esfuerzo y con apenas inversión. Es increíble cómo una simple funda de edredón y unos cojines pueden cambiar de una forma tan radical un dormitorio.

¿Y si convertimos la cama en un pequeño jardín de flores, o en un universo de globos o en una selva tropical? Con textiles coloridos y llenos de imaginación a los niños les gustará más irse a la cama y como es un elemento tan fácil de cambiar podrán ir alternando cada semana de cuento.

Aventura en las alturas

Si los peques van a pasar más tiempo en su cuarto, puede que sea el momento de optimizar espacio pensando en tres dimensiones.  La altura duplica la superficie y las posibilidades de desarrollar actividades en su habitación, o incluso para crear zonas de estudio.

Con el confinamiento muchos niños han tenido que pasar muchas horas estudiando y es previsible que lo hagan todavía más a partir de ahora. Así que una cama alta puede ser la solución perfecta para poner un escritorio en la parte inferior sin restar espacio al dormitorio.

También puede ser la manera de despejar el espacio de la habitación poniendo una cama sobre la otra o creando un pequeño “salón” en la parte de abajo.

Camas llenas de secretos

Las camas infantiles pueden ofrecer muchas posibilidades a la hora de aprovechar el espacio. Por ejemplo, las camas nido nos dan la posibilidad de contar con una segunda cama en su habitación por si alguna noche están malitos y queremos estar a su lado o, cuando todo vuelva a la normalidad, invitar a un amigo a dormir. 

Otra función que nos pueden ofrecer las camas infantiles es el almacenaje. Con cajones debajo de sus camas podemos ganar un espacio extra para almacenar su ropa o la ropa de cama. Hay camas nido que además ofrecen también esta posibilidad. Pero hay más funciones interesantes como las camas extensibles que crecen a la medida que lo hacen los niños o un simple colchón plegable que nos puede sacar de apuros con pequeños invitados y que sirve de día como asiento.

Estudiar puede ser divertido

En muchas casas han tenido que improvisar una zona de estudio para que los peques pudieran conectarse con sus profesores o realizar sus tareas. Para crear estos rincones de estudio hay soluciones sencillas y asequibles para todas las edades que además de dar respuesta a esa funcionalidad, les ayudarán a concentrarse y crear hábitos de estudio.

Desde escritorios con cajoneras para tener organizados todos sus materiales, hasta mesas regulables en altura para que crezcan a medida que ellos lo hacen, sin olvidarnos de sillas ergonómicas en las que se sientan cómodos mientras estudian. Para que estén a gusto en este rincón de trabajo es importante customizarlo a su gusto con complementos, tableros o pequeños estantes. 

Personaliza su cuarto

Si quieres que tu hijo se sienta a gusto en su cuarto, deja que lo personalice. Instala paneles para hacer un collage de cosas que le gusten, o estantes para exponer sus cosas o sus obras de arte.  

Luces que cuentan historias

La iluminación juega un papel fundamental a la hora de transformar espacios y crear una atmósfera agradable. Y en el cuarto de los peques no iba a ser menos. Con una simple lámpara en forma de corazón, flor, estrella o nube, la habitación infantil se llenará de magia y potenciará la imaginación de los más pequeños. Y si algún niño tiene una noche miedo o pesadillas seguro que será una buena aliada.

No pasar

Cada edad tiene sus propias necesidades, y los adolescentes necesitan intimidad. Les encanta pasar horas en su dormitorio, convertido en un refugio en el que hablan con amigos, escuchan música, estudian, juegan con videojuegos o disfrutan de sus hobbies. Por eso es tan importante adaptar este espacio para que se sientan a gusto y seguro reflejando sus gustos y sus aficiones.

Más información | Ikea 

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