Montar un armario de pared a pared que parezca empotrado utilizando módulos estándar en kit resulta sencillo si tenemos la infinita suerte de que las medidas totales coinciden, al menos aproximadamente. Lo único que necesitaremos hacer para que quede como construído in situ es rematar con molduras, del mismo color que las puertas, los huecos que puedan quedar en los laterales y en la parte superior.
Si la diferencia es más grande de 20cm. tendremos que pensar además en otras soluciones, como por ejemplo unir con estantes abiertos los espacios entre módulo y módulo. En contra de lo que pudiera parecer esta solución, especialmente si el hueco es central, resulta muy estética y funcional. Podremos aprovechar los estantes para colocar libros, recuerdos, o incluso una pequeña pantalla de televisión.
El asunto es más difícil si en lugar de puertas decidimos utilizar cortinas. En ese caso mi consejo es decantarse por paneles japoneses que se pueden hacer a medida y que visualmente quedarán completamente integrados, ocultando cualquier posible diferencia en las medidas interiores.
La cosa se acaba de complicar si el único hueco del que disponemos, como en el caso de las imágenes que ilustran este post, no es de pared a pared, sino a ambos lados de la cama y más aún si para rizar el rizo tenemos una ventana sobre ella. En mi habitación, por ejemplo, los armarios también está en la pared de la cama pero, como no tiene ventana, están unidos con un módulo sobre la cabecera.
Afortunadamente hay soluciones para todo, como la que han encontrado John y Sherry que, no sin darle antes muchas vueltas, han logrado un resultado magnífico.
La primera fase consistió en retirar las mesillas existentes y colocar en su lugar dos módulos de Ikea acordes con el espacio existente. Se añadió una cortina a cada uno pero el efecto, como vemos, no acababa de ser el deseado, no dejaba de parecer un pegote en el que cada cosa iba por su lado.
Los trabajos siguientes fueron encaminados a conseguir cubrir los huecos existentes entre el techo y la parte superior de los armarios. En primer lugar se trabajó sobre los laterales instalando sendas tapetas que, como quedan vistas, se pintaron en el mismo color blanco de los módulos.
Después se continuó con en el frente. Se colocó otra tapeta completa de pared a pared, que consigue ocultar tanto el hueco existente como el arranque de las cortinas. Para que quedara completamente integrada se pintó del mismo color que la pared y además se añadió sobre ella una moldura decorativa perimetral en blanco, que recorre todo el techo de la habitación y que refuerza aún más el efecto de haber estado construído así desde siempre.
La decoración se terminó instalando dos lámparas de lectura y unos cuadros sobre el cabecero. Quizá yo hubiera conservado el estor, haciendo que su arranque también quedara oculto, pero en general el resultado me parece espléndido y estoy segura de que puede servir de inspiración a aquellos que se encuentren con una situación parecida.
Imágenes vía| Ikea hacker Más información | Young house love En Decoesfera | Cómo tener un punto de luz sobre el cabecero sin tenerlo
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