Ya no es ni siquiera un secreto a voces: la decoración del árbol de Navidad ha dejado de ser una cuestión meramente religiosa y cada año se vuelve más sofisticada y ecléctica, extendiéndose, simplemente, entre todos los que quieren hacer un poco de fiesta.
Actualmente, el tradicional árbol con esferas doradas y rojas cede paso a decoraciones llenas de creatividad y, muchas veces, humor. Las tendencias navideñas han evolucionado hacia un estilo moderno y desenfadado, en el que los adornos incluyen desde figuras cotidianas hasta elementos que nada tienen que ver con el espíritu navideño clásico.
Bolas de navidad
Flying Tiger, la marca danesa conocida por sus colecciones accesibles y divertidas, vuelve a revolucionar el mundo de la decoración navideña con su nueva serie de bolas de Navidad de múltiples formas y temas. Esta colección se ha convertido rápidamente en un éxito que la empresa reedita y renova.
Los adornos incluyen diseños únicos y sorprendentes como coches, cruasanes, máquinas de chucherías, café para llevar, brócoli, y hasta una bota cowboy, cada uno con un toque particular y fuera de lo común.
Adaptarse al gusto personal
Este año, la colección de Tiger es un reflejo perfecto de cómo la decoración navideña puede adaptarse a los gustos personales y ser una extensión de la propia personalidad. Las figuras que ofrecen van desde un remonte de nieve y unas gafas de esquí hasta una máquina de algodón de azúcar o un carro de palomitas.
Esta variedad de nuevas formas ( y también las antiguas, que vuelven a estar disponibles) invitan a los clientes a salir de la tradición y crear su propio cuento navideño. Esta propuesta moderna invita a que cada árbol sea una verdadera obra de arte única estupenda para pender de Instagram.
Homenaje cotidiano
Además, los adornos de los árboles actuales están pensados para conectar con los momentos cotidianos y los gustos actuales, haciendo que la decoración sea una experiencia divertida y cercana.
Con un cruasán o un café para llevar en el árbol, los adornos se vuelven una especie de homenaje a los elementos de la vida diaria que suelen pasarse por alto, pero que al final representan algo significativo para muchas personas.
La tendencia de este año en decoración navideña no solo apunta hacia una estética original y personalizada, sino que también busca dar un mensaje: la Navidad puede ser lo que cada persona quiera que sea.
Con precios que oscilan entre dos y tres euros, los adornos que antes reflejaban escenas religiosas o símbolos tradicionales ahora pueden convertirse en una colección de figuras que celebran la vida moderna y sus pequeños placeres.
Foto | jordan besson y Tiger
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