Cuando el caos se apodera de las encimeras, estanterías y, en general, de todos los muebles del hogar, la ansiedad y el desorden asoman por la ventana. No hay nada más placentero que un espacio organizado y sin ruido visual.
Para mantenerlo todo bajo control, especialmente en las casas en las que hay niños, una buenísima solución, inventada por otra parte hace miles de años, son las cestas de cualquier tipo.
Una cesta metálica
En esta materia, la empresa danesa de decoración Flying Tiger tiene una bonita propuesta que es ideal para mantener en orden ciertas zonas de la cocina.
Esta cesta es una mini canasta de compras en la que se pueden guardar objetos varios de la cocina, como por ejemplo pequeños tarritos de especias, varios tipos de galletas o inclusoo piezas de fruta pequeñas, como uvas e higos.
Ahora bien, hay un uso todavía mejor: esta cesta bien puede servir para situar el estropajo y la bayeta y que estas se aireen y se sequen entre uso y uso, algo muy recomendable.
No obstante, el uso de esta cesta metálica en miniatura también puede hacerse extensivo al resto del hogar, con posibles funciones en el entorno del despacho o escritorio, donde se almacenen de forma ordenada lápices y gomas de borrar, o utensilios como grapadoras
Esta cuesta siete euros y es tiene unas medidas de 18,5 por 13,3 por 9 centímetros, ideales para almacenar estos objetos pequeños y que dispersos por la encimera dan tan mal efecto.
Fotos | Pavel Danilyuk y Flying Tiger
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