Alfombras hay de todo tipo y estilo, algunas más originales y otras más clásicas. Pero hoy os traigo una muy especial, de la que se podría decir que ha sido diseñada con gusto; con gusto a mortadela, me refiero, porque es como si al charcutero de Gulliver se le hubiera escapado una loncha.
Es fascinante la veracidad con la que los diseñadores han recreado cada detalle; hasta tiene sus trozos de aceituna y se ve el veteado de la carne. Desde luego, no se la recomiendo a nadie que tenga perro en casa. No tanto porque se vaya a quedar sin ella en dos días, sino por la indigestión con la que acabará el animalito.
El diseño de esta suculenta alfombra es un proyecto de unos estudiantes alemanes, que incluye también otros embutidos como el choped, el salchichón y un cuarto aún por descifrar, aunque todo apunta a que es morcilla. Están bastante conseguidas, tanto que se me ha abierto el apetito y no voy a tener más remedio que romper mi dieta-propósito de año nuevo. Que lástima.
Vía | Miss Rosenthal Más información | Wurstteppich En Decoesfera | Alfombras de colores para todos los bolsillos