El último editorial de Zara Home está lleno de imágenes muy artísticas que representan espacios austeros y minalistas, casi-casi monacales.
Las miradas se dirigen de forma inevitable a los pocos muebles y complementos que tienen cabida en estos espacios vacios y en ellas, las formas y la materia se vuelven protagonistas. Los muebles y textiles están fabricados de materiales naturales de los que se perciben el tacto, rugoso, en su mayoría. Porque rugoso es el lino de los textiles de las cama, de las vigas de la casa como de la madera de taburetes y bancos o el barro de las piezas cerámicas y menaje incluidas en el editorial.
La escasez de muebles en las imágenes se ve de sobra compensada por la cantidad de imágenes que nos regala el editorial. En estas imágenes juega un papel muy importante la luz que se usa como en un cuadro de Vermeer. Todos los objetos se dirigen hacia la escasa luz natural con la que cuentan los espacios en la que por descontado, no hay cabida ni para la luz artificial.
El resultado es algo inquietante. Las imágenes reflejan una manera de vivir diferente donde no hay espacio para lo superfluo. Los objetos cien por cien naturales nos hablan de una vida algo ruda pero más sostenible, en la que vivir con pocas cosas pero las suficientes porque cada cosa tiene una función. Aquello que "el ornamento es delito", que dijese el arquitecto Adolf Loof hace más de un siglo, se hace realidad en este editorial.
Os dejamos con las imágenes. De las interesantes novedades que incluyen (algunas tan interesantes como el taburete) ya hablamos otro día...
Vía Zara Home