A lo mejor no os coincide con vuestra edad, pero a mi los Barbapapa me traen bastantes recuerdos, aunque mi memoria es vaga y no sé exactamente si los recuerdo de la televisión o de algún libro de cromos para coleccionar, lo que es seguro es que aquellos muñecos de origen francés, forma sencilla y colores alegres, formaron de algún modo parte de mi infancia.
Por eso me ha hecho ilusión que treinta años después de que se hiciesen famosos a alguien se le haya ocurrido convertirlos en matrioskas y venderlos como muñecos decorativos de tamaños distintos, que se guardan unos dentro de los otros. La verdad es que su forma es ideal para este uso, hay otras figuras que sería mucho más complicado adaptar para su conversión en matrioska.
Si os gustan las matrioskas y estáis pensando en unas adecuadas para un dormitorio infantil, tal vez estas de los Barbapapa sean una buena solución, a los niños les suele llamar la atención el que las muñecas rusas se guarden unas dentro de las otras, pero las tradicionales pueden ser demasiado clásicas para su dormitorio, estas, por el contrario, tienen ese toque perfecto para el cuarto de los niños.
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