Si tuviéramos que elegir, dentro del mundo de la decoración, una pieza "estrella" o icónica, seguramente sería la silla. Casi la totalidad de los diseñadores de mobiliario han ideado y creado sillas (con formas diferentes, con acabados variados) a las que han puesto nombres que, en muchos casos, han pasado a la historia de la decoración. En la mente de todos están las Panton o las Tolix, por poner solo dos de los ejemplos más conocidos.
Hoy quiero presentaros la Granny Chair, que comercializa la firma francesa WA.DE.BE, una silla muy original, de aspecto muy apacible y que transmite una gran calidez debido a que, tanto el respaldo como el asiento, están realizados con una malla de sisal, muy duradera e irrompible, que aparenta haber sido tricotada: de ahí el nombre de "silla abuelita", haciendo referencia a la tradicional labor de punto que hacían nuestras abuelas.
La estructura de la silla es de madera natural y la podemos encontrar en varios colores (rojo, negro, amarillo, etc.) La empresa también vende una versión en miniatura de la Granny Chair, que viene con una madeja de lana y dos agujas de punto para que tricotemos nosotros mismos el asiento y el respaldo. Este es, además, un objeto muy solidario pues una parte de las ventas va destinada a una asociación de niños maltratados. Originalidad y apoyo a una buena causa.
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