¿Qué pueden tener en común un mando a distancia y un cojín? Quizá hasta ahora podíamos pensar en un cojín con un bolsillo para guardar el mando a distancia, pero estos pequeños y mullidos complementos han evolucionado hasta convertirse en un mando en toda regla. La idea de un cojín y mando a distancia todo en uno puede parecer algo tonta, y no seré yo quién lleve la contraria a quién así lo crea, pero vamos a buscarle algunas ventajas al invento, que tengo el día optimista.
En primer lugar, el volumen del cojín es una buena baza para no perder de vista nunca el mando. Normalmente estos suelen extraviarse con facilidad, sobre todo detrás de los cojines que reposan en el sofá. De esta manera, permanecerá siempre al alcance. También puede servir para despistar a esos invitados impertinentes que una vez acomodados frente a la tele se apoderan del mando para hacer de su capa un sayo. ¿Quién va a sospechar que tras el almohadón se esconde el dominio audiovisual? Seguro que pensaran que somos la caña decorativa, con un estampado tan original adornando el cojincito.
Y la tercera utilidad estrella es para los más perezosos, esos que no pueden evitar adoptar la horizontal y sestear sin remedio. A pesar de estar dormidos, siempre necesitamos tener el mando, en el sentido más estricto de la palabra, de esta manera lo tendremos pegado al mentón, pudiendo cambiar de canal con muy poco esfuerzo.
Cuenta con los códigos de sincronización de más de 500 modelos de dispositivos de control remoto, función de apagado, y funciona para televisor, VCR, o satélite entre otros aparatos. Todo esto por algo más de 20 euros.
Vía | Gizmodo
En Decoesfera | Cojín con bolsillo para el mando a distancia
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