No están los tiempos para tirar el dinero y son muchos los muebles de viejo que duermen aburridos y olvidados en trasteros y tiendas de segunda mano. Y aunque nademos en la abundancia, nada es comparable al encanto que desprende un mueble recuperado. Hoy vemos como una vieja embocadura de chimenea vive una segunda y más rica juventud, con solo dedicarle un poco de tiempo y atención.
Esta recuperación forma parte de un trabajo realizado por Eddie Ross para el Home & Garden Show de Nueva Orleans. En la imagen podemos observar la pieza en su estado original: la pintura está cuarteada sobre la madera, incluso en algunas partes ha desaparecido completamente. Realmente presenta un aspecto desalentador.
Pero no hay nada que se resista a una sabia mezcla de voluntad, trabajo, lija y pintura… Lo primero que hay que plantear es la retirada de la pintura. La capa parece bastante gruesa, lo que nos obliga a dejar la lija para más adelante y optar por el decapado. Podemos hacerlo aplicando un decapante en gel o utilizar una pistola de calor, ambos métodos son muy eficaces.
Una vez retirada la pintura, hay que aplicar un lijado para afinar la superficie. Esta tarea es fundamental para dar a la pieza un acabado liso. Eliminamos todo el polvo acumulado y ya podemos aplicar una primera imprimación de selladora y una vez seca, aplicar la pintura escogida, dejando secar y lijando ligeramente entre capas.
Como podemos ver en la imagen, el resultado es espectacular, un verdadero lifting en el que la chimenea cobra una nueva vida, dispuesta a dar mucha guerra. Al ser una instalación para una feria, la chimenea carece de hogar, y en su lugar se ha revestido el hueco con espejos, una idea muy adecuada para decorar chimeneas condenadas.
Desde aquí os animamos a realizar este tipo de trabajos; sin pretender ser profesionales, podemos sorprendernos con los resultados, recuperar viejos muebles, ahorrar e… hincharnos de orgullo.
Imagen vía | Eddie Ross
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