No me he liado al escribir el titular, porque quería decir exactamente eso, que Ovo es una trona pensada para bebés de diseño, de esos que parece que ni lloran ni manchan el pañal, listos para una foto de revista en cualquier momento.
Porque admitámoslo, las tronas de bebé suelen ser unos mastodontes horribles, que estropean la decoración de cualquier espacio. Es poner una silla de bebé en un comedor, y aunque todos los muebles sean de diseño, se transforma inmediatamente en un lugar vulgar, anodino y desordenado.
Diseñada por el estudio valenciano de Cul de Sac, pude verla en primera persona hace un tiempo durante la Valencia Dessing Week, incluso hablar con los diseñadores, que hicieron hincapié en dos puntos cruciales: la búsqueda de un diseño sencillo y elegante (conseguido con un estilo Nórdico) y que la estructura fuera solida, pero sin que se vieran los herrajes de anclaje, que están perfectamente disimulados.
Además, añaden un poco de versatilidad, ya que está disponible en dos colores (blanco y azul cobalto), que se pueden combinar con fundas de diferentes colores también (crema, rosa, beige y rojo). Además, las patas son regulables a dos alturas a través de unos añadidos que le hacen parecer el siempre adorable gato con calcetines.
En el nado negativo,su precio es su mayor hándicap, ya que cuesta en torno a los 200 euros con una funda, una cantidad un poco desorbitada para algo que salvo que tengamos previsto ser los Brady, no vamos a usar demasiado, aunque es un precio similar al de otras sillas de diseño del mercado. Y es que tener un bebé de diseño, con sus complementos a juego, tiene un precio.
Os dejo con una foto de la silla con su embalaje, que también me ha encantado. Un cilindro de cartón al estilo de los antiguos botes de detergente, con una inscripción un poco ñoña que reza: nacer es precioso.
Más información | Micuna, Culdesac
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