El mobiliario para cocinas cada vez tiene más variantes, su estética ha cambiado bastante en pocos años ya que los frentes y armarios han cobrado una importancia relevante en este sector mobiliario. Al elegir una cocina no debemos olvidar la cuestión estéstica que tiene la misma importancia que las cuestiones funcionales, ellas son las que nos facilitarán el trabajo y la comodidad. Analicemos algunos de los dispositivos más actuales para la apertura de un buen mobiliario de cocina.
El tipo de apertura en cada uno de los módulos debe ir regido en función de su uso y ubicación, en el lugar donde estén colocados y por su terminación. Un ejemplo claro a no seguir sería encima de una encimera un módulo de apoyo, el cual tenga una puerta batiente, no tiene sentido alguno. Mejor apostar por puertas correderas o enrrollables. Analizamos cada una de las posibilidades que el mercado nos ofrece, para que tengas un convencimiento claro sobre cual es la elección más práctica y ergonómica, según cada necesidad.
Puertas batientes
Son las más económicas del mercado, se siguen utilizando en proyectos de cocina ya que optimizan la capacidad de almacenaje. Normalmente se disponen en las partes altas dejando las bajas para otros tipos de apertura.
Puertas batientes a 180º
Las puertas batientes tradicionales han incorporado innovaciones aplicadas a la comodidad. Una de ellas son las bisagras con ángulos que permiten aperturas totales de casi 180º. Suelen emplearse para columnas en las que hay que extraer cajones interiores o para ocultar lavadoras, termos eléctricos... También muy funcionales ya que permiten no tropezar con ellas cuando se trabaja en la cocina.
Hojas abatibles en vertical
Su funcionamiento es excelente, la apertura se deslizan hacia el techo dejando libre todo el cuerpo del mueble para almacenaje. Gracias a sus frenos no caen y quedan sujetas hasta nuevo aviso manual para su cierre.
Puede que los aparatos eléctricos colocados en su interior no sea lo más apropiado si son abatibles frontales en este caso un buen almacenaje es lo correcto. Si la puerta es abatible en vertical será un mueble apropiado para los pequeños electrodomésticos. Al ser un mecanismo regulable permite que la puerta se quede fija en la posición que deseemos. Las versiones de lujo llevan automatización de cierres eléctricos muy sofisticados.
Puertas correderas
No han sido muy empleadas en cocinas, salvo en vitrinas altas o muebles despensa de suelo a techo. En la actualidad encontramos módulos que apoyan sobre encimera y nos hacen disponer del espacio sobrante gracias a sus puertas correderas. Al ser muebles con un fondo más reducido son ideales para almacenar pequeños electrodomésticos como tostadoras o exprimidores además de utensilios de uso diario.
Frentes de persianas
Tienen un uso similar a las anteriores, todo depende de cada gusto. Se componen de lamas enrrollables o laminadas que al abrirse facilitan el uso total de su interior.
Cajones en zonas inferiores
En la actualidad los cajones sustituyen a las puertas batientes en las zonas bajas de mobiliario. Son útiles y conllevan una extración suave compuestas por guías amortiguadoras con frenos o autocierres. Esto sí es comodidad, los cajones se deslizan sin hacer ruido y lentamente. Quizás se pierdan algunos centímetros de almacenaje pero merece la pena.
Adiós a los tiradores
El estilo minimalista es cada vez más demandado, los nuevos sistemas de apertura han desplazado a los tiradores siendo actualmente los menos elgidos por los clientes. Se vuelve a poner de moda el tirador de sistema Gola. Funciona introduciendo los dedos y tirando del cajón o la puerta hacia nosotros. Fabricado en distintos materiales es una opción acertada si nos gustan las cocinas de líneas limpias y sin relieves.
El perfil del tirador Gola con forma de U fue muy habitual en los años 70 y actualmente vuelve con un diseño renovado que se presta con terminaciones, unas más rectilíneas y otras más viseladas, unas de acero o aluminio y otras del mismo material de la puerta en concreto.
Apertura por presión
Un sistema que ha pasado a ser muy tradicional y cómodo. Nos olvidamos totalmente de los tiradores y elegimos un mecanismo que se puede poner en cualquier módulo de la cocina evitando que sobresalga agarre alguno. Se denominan sistema Push. Al empujar suavemente la puerta esta se abrirá hacia nosotros pudiendo introducir la mano para abrirla completamente. Su cierre es a la inversa ejerciendo una ligera presión esta quedará sujeta mediante un imán interior. Son cómodas y rápidas, si queremos más perfección se acompañan con unas bisagras de cerrado lento y evitarán el ruidoso portazo que era tan común en las cocinas antiguas.
Es muy importante personalizar una altura concreta para que cuando elijamos una apertura vertical seamos capaces de alcanzar la puerta batiente y poder cerrarla. Nos encantan estos mecanismos sobre todo por la comodidad que aportan y la sensación agradable de trabajar con mobiliarios cualificados.
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