Hace unas semanas comenzamos en Decoesfera un especial sobre islas de cocina. Cuando empezamos a pensar en los temas a tratar, se nos ocurrió que sería interesante entrevistar a algún experto en el sector que nos pudiese dar indicaciones sobre cómo conseguir la isla de cocina ideal y SANTOS tuvo la amabilidad de responder a todas nuestras dudas.
Acordamos entonces una visita a su fábrica, que no sé si lo sabéis, pero está en Galicia. La verdad es que pocos saben cual es el origen de estar firma de cocinas tan conocida, los diseños de SANTOS han traspasado las fronteras de nuestro país, pero su sede principal sigue estando en Camporrapado en Boqueixón... para que nos entendamos, está muy cerca de Santiago de Compostela. Si os gustan los diseños de sus muebles y el estilo de sus cocinas, seguro que os gustará saber como se fabrican, así que vamos a descubrirlo.
La verdad es que aquello es tan grande que es difícil saber por donde empezar. Por un lado están las oficinas, con el laboratorio de calidad y el showroom y por otro los diferentes edificios en los que se fabrican las piezas de los muebles, se lacan y se montan. Es importante destacar algunos detalles a nivel de sostenibilidad, responsabilidad medioambiental y calidad. Por ejemplo, toda la madera tiene su certificado de explotación sostenible.
Otra cosa que me parece interesante que sepáis es que todo se fabrica a medida, así que no hay stock de cocinas. Cuando nosotros encargamos una cocina a un distribuidor de SANTOS, este se la pide a fábrica indicando de forma detallada todos los datos para que se fabrique en el momento y a medida. Aunque obviamente, los pedidos se agrupan para optimizar el aprovechamiento de recursos, de modo que piezas de las mismas medidas, por ejemplo, se obtengan en cortes masivos.
La gran sierra puede cortar 6 tableros de los del frente de los muebles que son de 19 mm de grosor o 7 de los de estructura de 16 mm. Después de cortar los tableros, el siguiente paso es colocarles el canto con una máquina canteadora de máximo nivel tecnológico a nivel europeo, hay un total de 72 tipos para elegir. Después de colocar el canto se corta y se repasa el sobrante.
Otra de las máquinas más sorprendentes del proceso de fabricación es el pantógrafo. Se trata de una máquina poco productiva pero muy precisa que se utiliza para recortes, vaciado de cubos e incluso para la realización de grabados de texto. Es muy versátil porque se puede programar para la realización de todo tipo de procesos con un margen de error de tan solo 3 centésimas de mm.
Una de las cosas que más llaman la atención en la fábrica es el orden y la limpieza. Uno se imagina una fábrica que en sus orígenes fue carpintería y que se dedica a la fabricación de muebles de madera, llena de serrín y no tan organizada como está esta. La idea de SANTOS es mantener el orden y la limpieza desde el principio hasta el final del proceso y es algo que llevan a rajatabla en todos los puestos de trabajo.
Lo de por qué no hay serrín es algo muy interesante. Resulta que todos los residuos se aspiran hacia un silo en el que se van a quemar, el calor producido con la combustión del serrín y de pequeños restos de madera calienta los termos de agua con los que en invierno se sube la temperatura de las instalaciones de la fábrica. Una idea excelente en lo que a aprovechamiento de recursos y ahorro energético se refiere.
Otra de las cosas que llaman la atención es que aunque el proceso de fabricación de los muebles está, lógicamente, muy mecanizado, aún hay varios pasos del proceso que se realizan de forma manual y artesanal y que se seguirán haciendo así en el futuro. SANTOS se caracteriza por cuidar mucho los detalles en todas sus piezas y todas ellas pasan por las manos de operarios que revisan y repasan el lijado, el acabado y la limpieza de cada una de ellas.
En el proceso de fabricación se utilizan pistolas de aire ionizante para que la suciedad no se adhiera a las piezas, pero aún así se limpian y se repasan a mano. Además, respecto al tema de la limpieza, SANTOS tiene implantado el Sistema de Gestión Ambiental de acuerdo a la norma UNE-EN ISO 14001 y eso implica, entre otras cosas, que todos los residuos son separados e identificados y entregados a gestores autorizados en cada caso.
Uno de los sistemas que más me gustó es el que podéis ver en la foto sobre estas líneas y que dispone de un lector y un sistema de conteo de las pequeñas piezas. Todos sabéis lo horrible que es que cuando vas a contar algo te des cuenta de que te falta una tuerca o un tornillo, imaginad todo lo que hace falta para montar una cocina...
Este sistema garantiza que no falte nada, al hacer el recuento de forma automática, para tranquilidad del que incluye estas pequeñas piezas en el pedido y del montador de la cocina. De todos modos os puedo anticipar que este sistema de conteo tiene ya varios años y que en breve lo van a cambiar por uno más moderno.
Además del edificio de la fábrica que se encarga de cortar y preparar las piezas también es importante el edificio de lacado. Aunque el barniz sobre madera ha perdido peso en las cocinas de hoy en día, porque no está tan de moda, sí se lacan las piezas en todos los colores que os podáis imaginar. Primero se tratan con un fondo poliacrilico y después se lacan. Y no, no todas las cocinas de SANTOS son blancas, las hay de todos los colores incluso lacan en aquellos colores que no tengan en su catálogo si lo pedimos.
Otra vez aquí el lijado de las piezas con molduras se repasa a mano, os lo puedo garantizar porque lo he visto y otra cosa destacada es que en SANTOS siempre están tratando de mejorar sus acabados, por ejemplo ahora están trabajando con el acabado brillo, que cada vez cobra más fuerza en las nuevas tendencias después de varios años de reinado del mate, para mejorar el efecto espejo.
Finalmente pasamos a la sección de montaje en otro edificio diferente al de fabricación de piezas y al de lacado. De hecho SANTOS cuenta con otra fábrica, igual que la primera que visitamos, más cerca de Santiago, en Cacheiras, pero todo el montaje se realiza en las instalaciones de Boqueixón. De nuevo aquí nos encontramos con maquinaria sorprendente como la bisagradora y el sistema de mecanizado para la la colocación de tojinos. Pero también hay buena parte del proceso que se realiza a mano, como el preatornillado o el ensamblado, como podéis ver en la fotos sobre estas líneas.
En esta parte de las instalaciones de SANTOS se van uniendo todos los componentes hasta que el mueble sale montado. Después se hace una limpieza final y se fotografía todo, pieza por pieza para verificar que los envíos son correctos y por cuestiones relacionadas con el control de calidad. Los muebles se completan con esterillas y otros detalles hasta pasar a la zona de embalaje.
Y de nuevo en la zona de embalaje nos encontramos con otro detalle muy llamativo y es que las cocinas se paletizan para su transportes. Los trabajadores de esta zona de la fábrica hacen un auténtico tetris con todas las piezas para conseguir que encajen sobre un palé, después el conjunto se plastifica. El conjunto sobre el palé y plastificado es mucho más cómodo para su transporte y además mucho más seguro.
Algunos prefieren que los muebles de la cocina se les envíen desmontados, porque hay que tener en cuenta que SANTOS hace envíos de cocinas a América y países muy lejanos y en esas circunstancias puede compensar que la cocina no vaya montada. En ese caso es un robot de mano el que indica pieza a pieza tolo lo que hay que incluir en el pedido hasta que este esté completo.
Después de la zona de montaje continuamos la visita en el laboratorio de calidad, para mi, una de las cosas más interesantes de la fábrica... bueno, ¡otra de tantas! Allí se realizan todo tipo de pruebas de resistencia tanto a las materias primas susceptibles de ser compradas para la fabricación del mobiliario, como a las piezas después de ser fabricadas por SANTOS.
Parte de las pruebas de calidad se hacen en fábrica y otra parte en este laboratorio que SANTOS ha montado en la zona de oficinas. En fábrica por ejemplo se realizan ensayos de fatigas de los herrajes de los muebles con un robot o se analizan el número de ciclos que soportan las guías correderas, una cámara de niebla salina comprueba la resistencia de las bisagras... y en el laboratorio se hacen pruebas de resistencia de maderas, encimeras y todo tipo de piezas, a diferentes productos que se utilizan habitualmente en la cocina, a temperaturas elevadas, a la humedad, a esfuerzos y a un sin fin de situaciones que se puedan dar en nuestro día a día en la cocina y mucho más. Todo con el fin de garantizar la mayor calidad de las cocinas y que sean lo más duraderas que sea posible.
Y aún queda más, obviamente una fábrica tan grande tiene que contar con un bonito showroom y SANTOS también lo tiene, allí se pueden ver muchas de sus cocinas instaladas como si fuesen para usar. Diría como si estuviesen en mi casa, pero en realidad es mucho mejor, porque en mi casa hay mucho menos espacio.
Allí comentamos como el modelo Minos, principalmente en color blanco, y el mueble persiana siguen estando entre los grandes protagonistas de SANTOS, aunque también hay quien prefiere otros colores otros modelos. Me faltó ver el montaje del mueble persiana paso a paso, pero la visita ya fue bastante larga y eso habría supuesto media hora más, así que queda para otra ocasión. Sí que os puedo decir que, además de lo que se ve, el mueble lleva por detrás carretes de fuerza y tablero marino para su estructura. Lo más destacado es que la persiana baja por detrás del mueble, de modo que no se raya y no se tuerce nunca. El mueble está disponible en cinco acabados acero, aluminio, rayado, blanco y negro.
Y aún me quedan muchas cosas por contar... Por ejemplo, para el transporte en fábrica, los palés en vertical en los que cada pieza tiene su posición, que podéis ver en la segunda foto de este artículo, y que es una mejora propuesta por los propios trabajadores de la empresa o los controles de calidad de las piezas en las que se revisan detalles como la perpendicularidad de sus lados con gran precisión, además de aspectos que tienen subcontratados como la perfilería de aluminio, de la que se encargan otros expertos de la zona...
Pero yo creo que ya me he extendido bastante y que con esto os podéis hacer una idea general del funcionamiento de una fábrica que me ha encantado ver como trabaja. Solo me queda agradecer a Senén y a Carmen su amabilidad y su paciencia por recibirme, por enseñarme todo y explicarme los procesos, a todos los empleados, que también participaron de forma activa con explicaciones de los detalles en la visita y al señor José Santos, fundador del taller de carpintería origen del proyecto SANTOS, y que hoy en día sigue allí al pie del cañón.
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