Desde que salieron a la venta en octubre de 2019 las tazas Troligtvis de Ikea, se han vendido aproximadamente 300.000 unidades de estas tazas en todo el mundo. Que pueden parecer muchas pero no es de extrañar si pensamos que puede ser una de las tazas para llevar más baratas del mercado con un precio de 1,5 €.
La taza Troligtvis es la típica taza para llevar café o té con comodidad y seguridad, porque el diseño de su tapa permite un buen cierre de la taza. Por eso, y por el su buen precio yo también tengo mi taza Troligtvis.
Si tu también tienes una Troligtvis, Ikea indica en su comunicado oficial que debes comprobar si tu taza es "Made In India", porque estas son las únicas tazas que se han visto afectadas por el exceso de ftalato de dibutilo.
La alarma por el exceso de este químico ha sido detectada en las pruebas de control y calidad internas de Ikea y como medida de precaución, han anunciado la retirada de la taza afectada.
El ftalato de dibutilo también conocido como DBP (Dibutilftalato) es material plastificante usado masivamente en la industria. De hecho, puedes encontrar ftalato de dibutilo en numerosos productos suelos vinílicos, pinturas, cortinas, todo tipo recipientes o carcasas, revestimientos de cables, en el coche... Es un material inodoro y tienen muy poca volatilidad, lo que significa que no se evapora fácilmente y en principio no es un material peligroso para la salud si no entran en contacto directo con nosotros. Sin embargo hay numerosos (y constantes) estudios acerca de este material y de cómo puede afectarnos a medio- largo plazo.
Su uso, por tanto está muy limitado en algunos productos. Las limitaciones y controles limitan el uso del ftalato de dibutilo en juguetes (porque pueden estar en contacto directo con la boca de los niños), en los cosméticos como esmaltes y por supuesto, en recipientes de comida, entre los que se encuentra la taza Troligtvis.
En cualquier caso en Ikea, - que mantiene una política muy comprometida con la sostenibilidad, el reciclado y con la limitación del uso de los plásticos-, hace años que decidieron prohibir el uso de ftalatos en los productos destinados a entrar en contacto con los alimentos y, por esa razón, ha paralizado la venta de la taza portátil durante esta investigación y pide a los consumidores que devuelvan sus tazas si fueran Made in India, al centro más cercano en donde se reintegrará su precio sin necesidad de presentar la factura.
Por cierto, mi taza es "Made In Italy". Aún así, desde la advertencia la miro con cierta desconfianza.
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