Cuando he visto la imagen que hay sobre estas líneas, no he podido evitar tener una regresión al pasado cuando llegaba a casa, mi abuela me daba un bocadillo de Nocilla (o Tulicrem) y me sentaba en el suelo a ver Barrio Sésamo. La verdad es que hoy en día hace un montón que no me topo con una cocina que use una cortinilla para tapar el hueco bajo el fregadero.
Lo que más me ha impactado es que no está tapado con una cortinilla cualquiera, no: tenemos a los tradicionales cuadros vichy que siempre quedan bien... ¡y si te cansas, siempre puedes usarla para irte de picnic! Hablando seriamente, esta estética me gusta un montón para casas rústicas pero lo cierto es que no es muy práctico, sobre todo ahora que se avecina el calor, ya que los olores de la basura campan a sus anchas por toda la estancia sin una puerta que lo obstaculice. Por último recordaros que si os decantáis por este look, tenéis que echar a lavar la cortinilla con frecuencia.
Vía | Desire to inspire Más información | Jordi Canosa
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2 comentarios
Laura Martin
Eso es una cocina que inspira... se puede oler a buen guiso... mmmm vale, sí me ha dado hambre lo de la merienda!
seguipowers
el cubo de basura
un problema mucho mas grave de lo que parece
aunque para meterlo detras de una cortinita prefiero meterlo en el armario de debajo de la pila