Dentro de unos días empezaré una obra en casa de mis padres, a los que, después de mucho tiempo de insistencia, he logrado convencer para que se animen a renovar el baño y la cocina. Es una casa pequeña, que no se ha tocado en cincuenta años, y a la que sacarle el máximo partido va a suponer todo un reto, especialmente teniendo en cuenta los gustos de los ocupantes y lo ajustado del presupuesto.
De momento no hago más que darle vueltas a planos, medidas y materiales, en busca de las mejores opciones posibles. Mi primer reto superado ha sido el de conseguir ubicar el termo eléctrico en la cocina de manera que permaneciera oculto. Y es que, aparte de los habituales cilíndricos, también se comercializan otros rectangulares, pero con una profundidad que no permite su instalación dentro de un mueble de cocina de pared con medidas estándar.
Menos mal que hay una excepción, el termo Duo, del fabricante español Fleck. Como podéis ver en las imágenes mide tan solo 27 cm. de fondo con lo cual cabe de sobra dentro de un mueble de colgar y pasa desapercibido, algo muy importante visualmente, especialmente en una cocina tan pequeña como la que nos ocupa.
Según la marca la gama Duo, además, reduce el tiempo de calentamiento de la primera ducha hasta un 60% respecto a un termo tradicional, gracias a su estructura interna de doble acumulador que permite una mejor mezcla de agua caliente con fría y una mayor flexibilidad de los ciclos de calentamiento.
De estas ventajas no puedo dar fe aún, ya os las contaré más adelante, lo que si puedo asegurar es que de momento ya tengo resuelta mi disyuntiva termo eléctrico/gas a favor del primero. En la decisión han pesado diversos factores como la edad de los usuarios o la cuota a pagar, pero no cabe duda de que el componente estético ha jugado una baza muy importante.
Más información | Fleck
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