Si en ocasiones la habitación destinada a colocar en ella la cocina tiene una forma irregular, de pequeñas dimensiones o sin luz natural, otras veces casi no es ni una habitación, sino en realidad una zona de paso. Si quisiésemos encerrarla entre cuatro paredes, en un caso así, perderíamos mucho espacio así que lo mejor es integrar todo en armonía.
En la imagen sobre estas líneas tenemos un buen ejemplo de la integración de zona de paso con cocina y comedor si la necesidad de utilizar ninguna separación visual entre ambientes. De ese modo se consigue una zona diáfana bien organizada que puede llegar a convertirse en el centro de la casa a la hora de la cena o la comida y especialmente en días en los que se celebran reuniones con amigos y familia.
Como ya sabéis la isla en la cocina no es un lujo del que solo pueden disfrutar los que tienen grandes cocinas. En este caso en una isla, de poco más de dos metros de largo, se concentran las zonas de fregado, cocción y preparación, además de la lavadora y el lavavajillas. Y en la zona de columnas se integran el resto de los electrodomésticos y un módulo característico de lavandería con cajones para la ropa planchada y una barra metálica para colgar prendas.
Para unificar el conjunto de los tres ambientes se utiliza una gama de colores y materiales uniforme. Por un lado está el color blanco que crea un ambiente limpio y luminoso, y por otro lado la madera de roble, presente en el suelo y la mesa, aporta el toque de calidez que hace que el espacio resulte más acogedor.
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