Hoy es jueves y dentro del especial orden en casa llega el turno de la cocina. Si es importante tener todas las habitaciones de la casa en perfecto estado de revista, mantener el orden en la cocina se torna primordial. Esta es la estancia de la casa más maltratada y en la que se trabaja a diario para cocinar, guardar los alimentos y disponer la limpieza del resto del hogar.
Por ello debemos poner especial atención en la cocina como lo haríamos en un laboratorio, al fin y al cabo, si así lo hacemos, podremos organizarnos mejor e incluso mantener las provisiones en perfecto estado, asegurando una correcta rotación sin apurar la caducidad de los productos.
Ya sea en un piso en propiedad, que nos permite algo más de flexibilidad, o en una casa de alquiler, podemos contemplar unas sencillas rutinas y consejos para que el desorden nos nos vuelva locos. Hay que saber cuándo es el momento de deshacerse de lo que ya no usamos, organizar los estantes y delimitar cuál va a ser el espacio que va a ocupar cada elemento.
El orden el el frigorífico
El armario que vino del frío nos permite mantener los alimentos frescos por más tiempo, justo es que le dediquemos un tiempo cada semana a ordenarlo, eliminar los productos que puedan estar deteriorados y aplicarle una buena limpieza.
Para tener el frigorífico bien ordenado debemos delimitar los espacios en los que se van a guardar los diferentes géneros. Carnes y pescados deberán estar emplazados en la zona más fría, correctamente envasados para que no filtren líquidos. Seguiremos un esquema para tener todo a la vista y en orden, ayudándonos con envases de plástico con tapa, preferiblemente cuadrados para no perder ni un centímetro de espacio de almacenamiento. Estos son la clave para procurarnos un equilibrio adecuado y así poder identificar fácilmente cada alimento sin que los olores ni los sabores se mezclen.
Guardaremos las frutas y verduras siempre en los cajones inferiores, dejando los estantes de arriba para colocar latas de bebidas, quesos y embutidos debidamente envasados, botes de conservas, comidas preparadas, etc. Las botellas grandes y pequeñas encuentran un buen lugar en la puerta, debemos evitar colocarlas en los estantes pues de esa manera ocuparán un espacio muy valioso.
En el congelador haremos lo propio, diferenciando cada cajón según su contenido, helados y panes en el estante inferior, alimentos procesados en casa en otro de los cajones, y carnes y pescados en el restante.
El orden en la despensa
La despensa es un punto fundamental en nuestra cocina y merece especial atención a la hora de fijar un orden. Podemos dedicarle uno o varios armarios, o en caso de carecer de ellos, colocarla en un arcón de asiento. Es conveniente que, si utilizamos armarios, pongamos el género en la parte superior, pues siempre estará más a la vista y será más fácil escoger con rapidez.
Los accesorios nos ayudarán en nuestro empeño para poder aprovechar los armarios, evitando que las latas y botes se acumulen y resulten de difícil acceso; podemos colocar cestillos en las puertas que aligeren el interior.En el mercado existen distintos modelos que se atornillan a la parte interior de las puertas.
Ingredientes como las harinas, el azúcar o el pan rallado, agradecen que los guardemos en botes herméticos de vidrio. De esta manera nos aseguraremos de que los envases, que suelen ser frágiles, no se rompan y ensucien las baldas.
Evitaremos apilar botes de vidrio, ya que pueden desequilibrarse y caer, aunque podemos hacerlo hasta cierto punto con las latas pequeñas. Si queremos aprovechar el espacio a tope, podemos colocar pequeños estantes de metal fabricados para este menester, que doblarán el sitio disponible con total seguridad.
Cacharros en orden
Otro de los tesoros de nuestras cocinas son las baterías de cocina, sartenes y demás cacharros. Estos se deben guardar en la parte inferior de los armarios, debido a su tamaño y peso. Podemos guardar unos dentro de otros siempre que su forma nos lo permita, cuidando, en el caso de las sartenes con tratamiento antiadherente, que los fondos no rayen la superficie de trabajo. Para ello dispondremos unas gamuzas entre cada dos piezas.
También podemos acudir a una solución solo apta para quienes gustan de tener todo a la vista: aprovechar el techo para colgar los utensilios de más uso. En algunas tiendas especializadas podemos encontrar colgadores adecuados, aunque también podemos sacar nuestro lado manitas y construirlo con nuestras propias manos.
Ya tenemos la cocina en orden y perfecto estado de revista, no olvidéis tener una rutina semanal para ordenar la despensa y el frigorifico, y no dejéis de revisar todo el menaje que realmente no necesitéis, los cacharros que no usamos son una traba para mantener el orden en la cocina.
Imágenes vía | BarockSchloss en Flickr, Swimphoto en Flickr
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