En general la limpieza de la cocina es una de las que más trabajo nos da en la casa. Si somos muy cocinillas y elaboramos recetas con frecuencia también tendremos que limpiar bastante, porque al cocinar se ensucia y porque siendo en lugar en el que manipulamos alimentos nos interesa que esté especialmente limpio.
En particular, la limpieza del horno es una de las que más pereza dan... Aunque los hornos actuales se ensucian mucho menos que los de antaño y tienen ya algunos mecanismos de autolimpieza, no vienen mal algunos trucos y consejos que nos ayuden a mantener el horno como nuevo de forma sencilla.
Los mejores trucos de limpieza para el horno
- Si se derrama algún líquido en el horno conviene espolvorearlo rápidamente con sal y a continuación dejar enfriar. Así será bastante fácil limpiar después con un paño húmedo.
- Los derrames de grasa se deben limpiar rápidamente en el horno aún caliente. Para ello podemos rociar con una disolución de vinagre blanco en agua (1 parte de vinagre por cada 3 partes de agua) y dejar actuar la mezcla unos minutos antes de limpiar con un paño.
- En un horno ya frío, podemos espolvorear las manchas con bicarbonato de sodio o polvo de jabón para el lavavajillas. Si cubrimos todo con papel absorbente humedecido con agua caliente y lo dejamos actuar durante toda la noche, será bastante sencillo limpiar al día siguiente el horno con agua caliente y jabón.
- Las parrillas del horno se limpiarán casi solas al sumergirlas en agua caliente con un limpiador que contenga amoníaco o con detergente para lavavajillas. Necesitamos un espacio grande, podemos utilizar la bañera para realizar esta limpieza, teniendo cuidado de cubrir el fondo con una toalla vieja para evitar estropearla.
- Finalmente, una mezcla de vinagre blanco y bicarbonato de sodio aplicada al vidrio de la puerta del horno, frotada con un estropajo eliminará todas las manchas que haya en ella.
Eliminar el olor a quemado
Si con la limpieza no ha sido suficiente, para eliminar el olor a quemado, podemos cortar unas rodajas de cítricos como naranjas o mandarinas o utilizar ralladura de limón. Si las colocamos sobre papel de aluminio y encendemos el horno a temperatura baja durante unos quince minutos, dejando enfriar en el horno durante unas doce horas antes de retirar el papel de aluminio conseguiremos que el olor a quemado desaparezca por si solo.
Vía | Journal de Montreal
Fotos | IdaT en Pixabay y NatureFriend en Pixabay
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