Es probable que muchos de vosotros hayáis heredado muebles de familia o que tengáis algún mueble antiguo en vuestra casa al que le tengáis un especial cariño. Puede parecer que esos muebles no tienen cabida en una casa de diseño moderno, pero en realidad no tiene por qué ser así, hoy en día están de moda los contrastes y eso es precisamente lo que podemos conseguir con ellos.
Por ejemplo, las fotos de este artículo corresponden a la cocina de un pequeño apartamento en San Sebastián, la reforma fue un proyecto de Irene Cerrato. Esta cocina se encuentra junto a la entrada de la vivienda en una zona que recibe muy poca luz natural, por eso en la reforma hubo que eliminar tabiques para comunicar la cocina, el comedor y el salón en un único espacio. Las piezas heredadas se colocaron en puntos clave de toda la vivienda, dotando de carácter y personalidad a cada una de las estancias.
La cocina está distribuida en L y dispone de una zona de columnas para la integración de los electrodomésticos que funciona además como tabique separador de la zona de entrada a la vivienda. Al estar la cocina comunicada con la zona de estar y el comedor, hay comunicación entre diversos ambientes y eso facilita que en el mismo espacio se puedan mezclar también varios estilos.
La clave está en no intentar imitar el estilo de los muebles antiguos, sino todo lo contrario. Lo que hacemos es crear una cocina moderna con muebles actuales de líneas lisas en color claro que contrastan con el estilo clásico de las piezas heredadas. De ese modo conseguimos además que los muebles antiguos destaquen en el conjunto, dándoles así el protagonismo que se merecen.
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