Hoy nos vamos hasta el barcelonés barrio de Poblenou para conocer esta reforma integral de una vivienda unifamiliar de 100 m² . La casa, construida en los años 90, tenía unos buenos acabados, pero presentaba un diseño estandarizado y con poca personalidad que la familia propietaria quería cambiar para crear un espacio más cómodo, funcional, moderno y luminoso.
Para conseguirlo, desde el estudio de interiorismo Micö Design realizaron una reforma integral de la cocina y del salón. En el caso de la cocina, desde el estudio apostaron por mejorar la distribución y la calidez del espacio.
El antes de la cocina
Antes de la reforma, la cocina era una estancia cerrada de aproximadamente 12m² con salida a un lavadero, y en la que había una pequeña mesa para que la familia desayunara y cenara todos los días. Además, las paredes alicatadas y los colores escogidos transmitían sensación de frío.
El después, un espacio semiabierto para disfrutar en familia
Como podéis ver en las imágenes del antes, la cocina necesitaba de forma urgente ganar en funcionalidad y en luminosidad, además de ofrecer un aspecto más moderno. Siguiendo estas premisas, la primera intervención del estudio de interiorismo ha sido cambiar la estructura y distribuir el espacio, pasando de rectangular y cerrado a un diseño semiabierto al comedor en forma de 'L'. Además, para abrir la cocina al salón, se tirado un tabique y se ha instalado un gran ventanal para comunicar visualmente ambos espacios y permitir el paso de luz.
Para sumar calidez al espacio y dotar de un aspecto amable a la cocina, se han empleado tonos neutros con acabados en madera, una combinación atemporal y sin estridencias que ayuda a transmitir calma.
Para mantener la opción de comer en esta estancia, la pared del ventanal ha sido vestida con un banco de madera hecho a medida, acompañado por una mesa hecha a medida, también en madera, y con una pata central de hierro lacado en blanco, a juego con el ventana.
La madera y los tonos neutros, protagonistas del salón
Además de la cocina, el estudio de interiorismo también renovó el salón. Para darle un aire nuevo a esta estancia, se han elegido los materiales nobles como la madera, combinados con tejidos naturales como el lino y el algodón.
De nuevo, los tonos neutros, la madera, y también el oro envejecido presente en el menaje propuesto refuerzan la nueva identidad del espacio. La mesa se ha vestido con lino y algodón orgánico y una vajilla de cerámica, cristal y oro envejecido.
La nota de color se ha incluido en la zona de descanso del salón, mediante tejidos rosa y mostaza que visten el sofá con chaise longue ubicado junto al balcón.
Más información | Micö Design
Fotografía | Sandra Rojo
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