Nicole Mertz, dedicada a la compra venta de artículos y mobiliario vintage, pasó sus primeros años de vida en una granja en Kansas en la que habían vivido tres generaciones de su familia. Una casa llena de reliquias y de antigüedades.
Y cuando Nicole y su familia se trasladaron a vivir a Nueva York, el cambio fue radical. Precisamente, ese cambio radical, fue lo que le permitió conformar su personalidad y su gusto por las cosas de antes. Un hobbie que se ha convertido en su medio de vida junto a su marido, Josh Wright, gracias a una empresa que tienen en Kansas, el Estado en el que viven en la actualidad.
La casa en la que viven en Kansas, es sencillamente preciosa. Una de esas casas con sabor que tanto nos gustan. Cuando compraron la casa, hicieron frente a las primeras renovaciones, remodelando la cocina, reparando los suelos de madera, convirtieron el ático en la suite principal... Una casa muy personal en la que la pareja ha ido plasmando con el paso de los años sus gustos por las cosas bonitas de antes, colocando en su hogar muebles y piezas que les gusta mirar.
Ese gusto por las cosas bonitas y de antes se puede ver en toda la casa. En el salón mismamente, hay preciosas piezas de mediados del siglo XX, mezcladas con textiles para dar el toque de color, destacando sobre la pared negra del fondo. En este ambiente, el toque más sofisticado lo pone una preciosa lámpara sputnik.
Sin duda, unos de los espacios más atractivos de la casa es la habitación para las visitas. Una habitación en la que la cama cuenta con un cabecero muy especial, conformado por dos antiguas puertas de madera sacadas de una casa de principios de siglo de Kansas City.
El dormitorio principal, situado en el ático, es el santuario de la pareja. Un lugar relajante pensado para desconectar, en el que destaca, además de la luminosidad de la misma, el color verde la pared de la cama, o los coloridos textiles que visten la habitación.
En la habitación principal también está este encantador rincón que demuestra el amor de su propietaria por mezclar estilos. En la imagen, destaca especialmente el encantador mueble verde, o una vieja escalera que Nicole utiliza para colgar los collares.
El baño del dormitorio principal tampoco se queda atrás. Para diseñarlo, se apostó por elevar la línea del techo, creando ambientes tan atractivos como este espacio con la bañera y esa pared con estantes en verde llena de objetos decorativos.
Además del salón, la casa cuenta con un salón familiar en el que relajarse, ver la tele o comer en una preciosa mesa redonda. Este salón cuenta con una paleta de colores más suaves que otras estancias de la casa, aunque añadiendo pequeños toques de color.
Una casa preciosa que nos ha enamorado por su eclecticismo y por la agradable atmósfera que se respira ¿No te parece?
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