¿Te imaginas pasar unos días en Suecia, en una casa cálida y confortable mientras ves caer la nieve de forma lenta y pausada en el exterior a través de los cristales? En esta preciosa casa de Gotemburgo se respira paz y armonía.
La casa, incluso sin muebles, ya es bonita, gracias a la gran presencia de ventanales, las elegantes molduras del techo,o esa estufa a la que en Suecia llaman kakelugn y que proporciona tanta personalidad a la estancia.
El blanco predomina en toda la vivienda en paredes, techos y en gran parte de los muebles, contrastando con el suelo de madera, o por los ligeros toques negros aportados por las formas geométricas de los cojines, la alfombra o alguno de los cuadros.
El dormitorio principal es la mar de sencillo, con una amplia cama que ocupa casi todo el espacio, una mesilla, una estantería haciendo las veces del cabecero y una lámpara en negro con forma vegetal.
La habitación de los niños es una de las estancias más atractivas de la casa. Sin romper con el estilo que predomina en la vivienda, pero dándole un estilo más adaptado a sus pequeños inquilinos, los propietarios han solucionado la falta de espacio ubicando las dos camas a distintos niveles. Casitas y piezas de madera colgadas de las paredes, además del baúl para los juguetes en madera y algunos juguetes rompen con la frialdad del blanco para darle un toque más confortable a la habitación.
Para acabar con este recorrido por esta casa sueca, nos quedamos en la cocina. Una cocina amplia, luminosa y moderna que cuenta con una mesa para desayunar o comer, y que mantiene el estilo del resto de la vivienda gracias a los colores y a la presencia de la moldura en el techo, con los toques en negro de la encimera o de tres de las cinco sillas. Una casa realmente encantadora. Y a ti, ¿Qué es lo que más te ha gustado de esta casa?
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