El otro día os enseñé la primera parte de un auténtico apartamento sueco, que, haciendo patria, también contenía muebles de Ikea pero no excluía piezas de diseño. Hoy os invito a que me acompañéis en la última parte de este recorrido, viendo las estancias que nos faltan por conocer.
En primer lugar está la habitación de matrimonio, que es verdaderamente estrecha y en la que la cama queda apoyada totalmente sobre una pared. El mueble que hay sobre ella, si os fijáis, es el mismo que veíamos en la zona de trabajo del salón, también con luces que probablemente faciliten la lectura nocturna. La mesilla es un mueble súper estrecho, ideal para ese espacio aunque yo habría apostado por un estante directamente, ya que no parece que se pueda abrir más que por arriba.
El gran acierto de esta estancia es la pared de impacto empapelada. Rompe la monotonía blanca y no hace necesarios más elementos decorativos. No me gusta mucho la caja a los pies de la cama, da sensación de ser una casa de okupas al contrario de lo que indican el resto de los detalles. Y sí, como vosotros, yo también me pregunto dónde está el armario.
La cocina me gusta también un montón y mantiene el espíritu del resto de la casa. Los muebles blancos contrastan con el suelo de tarima (como en muchas casas nórdicas, siempre me pregunto si ellos pueden usar lejía sobre la tarima para desinfectar) y la alfombra de estrellas que es todo un hallazgo.
Por último, no quería dejar de enseñaros la estancia más sosa de la casa, el baño, en el que como no hay espacio para un plato de ducha, el agua cae en el suelo donde hay un sumidero. Encima del urinario podéis ver por dónde va la cortina para que no se empape todo y poco más, lo cierto es que es una habitación muy espartana.
Imágenes vía | Desire to inspire En Decoesfera | Puertas abiertas: un pequeño apartamento en Suecia (I)
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