Algo que nos puede ayudar a animarnos en este lunes de septiembre es ver una villa como esta que está en Puerto Pollensa, en la que se siente la energía relajante de un espacio de vida ubicado entre la playa y la Sierra de Tramuntana. The Beach House, una casa de vacaciones disponible para alquiler, está diseñada para el bienestar, la relajación y los días tranquilos lejos del ajetreo y el bullicio de las multitudes.
Samantha Knight, Paul Robinson y NB Architects en Palma son los creadores de esta villa de estilo ibicenco mediante una cuidadosa planificación del espacio. Materiales rústicos de Mallorca y diferentes texturas se emplean para conseguir en ella sensación de hogar. Como diseñadora originaria de Londres, Samantha fue muy cuidadosa con su libro de consulta y eligió trabajar con artesanos locales para diseñar de forma personalizada los muebles clave.
La vivienda fue restaurada por Paul Robinson. Antes era una casa de dos dormitorios anticuada que necesitaba modernización y reconfiguración, ahora en su interior cuenta con un espacio de estar de planta abierta con una cocina de inspiración bohemia, cuatro suites de dos dormitorios y, en genral, acogedores espacios llenos de calidez.
La luz natural se inunda las estancias mientras que las suaves cortinas de lino se mueven en la suave brisa para agregar romanticismo al ambiente. La suite del dormitorio cuenta con puertas que se abren directamente al jardín y una vista de la piscina que se ilumina suavemente por la noche.
La clave de los ambientes creados en esta casa es la combinación perfecta del interior y el exterior. Las grandes puertas plegables de aluminio en la sala de estar se abren directamente a una pérgola con un escalón hacia el jardín. En el centro del jardín, que está decorado con fragantes limoneros, árboles de hoja de plátano y vibrantes buganvillas, hay una tranquila piscina inspirada en Indonesia cuidadosamente terminada con azulejos de color verde jade que nos recuerda a una fuente de agua natural.
El espacio transita sin esfuerzo entre el día y la noche, la pérgola cuenta con una mesa hecha a medida de gran tamaño fabricada en madera de Conalma Design, también hay sillas de mimbre hechas a mano de un minorista independiente en Palma y un perchero envejecido madera de olivo para colgar toallas de playa, cestas de mimbre y sombreros para el sol.
Paul Robinson y su equipo instalaron con cuidado una iluminación contemporánea en el techo de bambú para contrastar los muebles rústicos y garantizar la iluminación ambiental en las largas tardes de verano. La casa es está prácticamente irreconocible con respecto a como era antes, cuando se trataba de una casa de vacaciones abandonada. ¿No os parece una maravilla?
Más información | Samantha Knight
Fotos | Johanna Gunnberg
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