Nadie dijo que la construcción de una vivienda fuese sencilla, lo vemos a diario en programas de reformas en la tele y aunque luego siempre nos quedamos con lo maravilloso del resultado final, la realidad es que el proceso siempre tiene complicaciones... Un buen ejemplo el de Casa la Joya, en Valle de Bravo (México), que después de algún intento infructuoso, llegó al resultado que podemos ver en las fotos de este artículo.
Once Once Arquitectura, encargado de la obra, comenzó con el estudio a fondo el terreno accidentado y arbolado con grandes encinos, pinos y madroños buscando los espacios donde pudiese encontrar la casa sin tener que remover ningún árbol y favorecer vistas y ventilaciones cruzadas. Estudiando a fondo el terreno vieron claramente cuál era la mejor ubicación para la casa...
A continuación, redefinieron el programa arquitectónico minuciosamente y comenzaron generando un juego de volumetrías combinando espacios abiertos y cerrados (en interiores y en exteriores) para generar diferentes experiencias y obtener un layout que fuese funcional e interesante.
Buscaban generar espacios abiertos confortables y duales. Uno basado en la extroversión y el otro en la introversión.
El primero siendo una terraza amplia con alberca y jacuzzi y espacio de estar orientada al poniente con vista al lago, pueblo y valle provocando unión inmediata hacia el mundo exterior, como estando en el centro de un foro listo para cantar.
El segundo, un patio interior con hamacas y un par de sillones negando la vista pero funcionando como un regulador de calor y frío para la casa; durante el día hay una que siempre está soleada mientras la otra sombreado y vice-versa por la tarde.
El comedor es el punto de encuentro que une a ambos espacios y centro e integrador de la casa donde se desayuna, come y cena. El comedor conecta con patio, terraza, sala, vestíbulo, cocina, escaleras.
Existe un tercer espacio abierto, la terraza cocina, con la característica de estar techado con las copas de 3 árboles rescatados al cruzar sus grandes troncos y ramas por la losa volada. Este espacio es único y muy funcional pues se vuelve una cocina al exterior donde con la barra se puede cocinar o simplemente usarla de apoyo para cocinar en el grill.
En la parte alta, los dormitorios tienen una vista espectacular al lago y valle. Son agradablemente cálidos gracias a su orientación y fáciles de enfriar al contar con ventilaciones cruzadas. Los materiales se escogieron cuidadosamente para tener una gama entre lo tradicional y lo moderno.
Con lo tradicional se escogió loseta de barro, vigas y tabla de madera en los techos de oyamel, recinto de piedra volcánica, puertas recuperadas de mezquite y con lo moderno con un suelo industrial de barro en terrazas y patios, cancelerías de pvc, duela de ingenieria, accesorio eléctricos y de baño, entre otros.
En el interiorismo encontramos algunos elementos destacados de firmas muy conocidas como los grifos de Hansgrohe, la cocina de LG, el fregadero de Teka o el equipo de audio de Sonos.
Fotos | María De Iturbe y Camila Cosio
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