Diferentes tonos de gris en paredes, muebles y accesorios sirven de base cromática y de hilo conductor a este apartamento en Bucarest, Rumanía.
El recurso de usar un solo color como dominante en todo el espacio facilita la conexión entre la zona de día donde todos los espacios, -cocina, salón y comedor-, están abiertos y comunicados entre sí.
A pesar del dominio de gris, el estilo del apartamento se aleja del nórdico y según el estudio de arquitectura Jooca Studio que firma el proyecto, "el diseño del apartamento es tradicional con algunas características industriales modernas".
Este efecto se nota en el uso de muebles clásicos, como la cocina o chimenea y las librerias de la entrada, que se han modernizado gracias a la pintura gris.
Los toques metálicos en las lámparas y el juego de grises crea el toque industrial. Los grises quedan matizados con los tonos azules de las cortinas y de otros textiles como sillas y moquetas.
El espacio privado -la habitación y el baño- continuán con los grises aunque con más pinceladas de azul. Aqui han invertido los colores y en la pared del cabecero han colocado un textil azul mientras que las cortinas son grises.
El baño donde destaca un gran lavabo doble gris también incluye el azul en alguna de las paredes.
El resultado final es un apartamento elegante y equilibrado gracias al equilibro del color y a la mezcla de piezas clásicas e industriales.
Proyecto de Jooca Studio Fotografia de Alexandru Prodan