Miles Monroe, interpretado por Woody Allen, es un tipo más o menos normal que en 1973 se somete a una operación rutinaria y, para su sorpresa, es congelado y despertado 200 años después por el Dr. Orva en un mundo futurista y extraño para él. Así empieza una de las más hilarantes películas del director norteamericano: El Dormilón, entre cuyos escenarios se encuentra esta magnífica casa, baluarte por excelencia del estilo Space Age e ideal para una historia ambientada en el año 2173.
Diseñada por el arquitecto Charles Deaton, se la conoce con el sobrenombre de Sculptured House, porque fue pensada inicialmente como una escultura y, posteriormente, se le añadió la función de hogar. Su creador argumentaba que las personas no son rectilíneas y que, por lo tanto, es absurdo que vivan en rectángulos.
Unos argumentos discutibles, pero dejemos nuestras diferencias a un lado y disfrutemos de esta magnífica vivienda.
La casa, de tres alturas, emerge como una nave espacial de la ladera de una colina en el condado de Jefferson, en Colorado. Sus formas sinuosas y la fragilidad con la que parece alzarse la convierten en un objeto que no puedes dejar de mirar (y admirar).
Fue construida en 1963, en una época en la que la línea recta parecía haberle ganado la batalla a la curva en el diseño de viviendas, por lo que podéis imaginaros el impacto que supuso en su tiempo, y más aún en una zona tan rural como Colorado.
Sin embargo, aunque por fuera es espectacular, por dentro no lo es menos: grandes espacios de formas irregulares, ventanales infinitos con vistas apabullantes... en fin, igual que un adosado en Torrevieja.
En la imagen podemos ver el pequeño salón de forma ovalada, decorado con mobiliario también de corte futurista. Muchas de las piezas son contemporáneas de la casa, pero es muy probable que no se trate de la decoración original, sino obra de algún dueño posterior.
De todas formas, y a pesar de su tal vez excesivo tamaño, tiene ese aire tan encantador que tienen las cosas futuristas diseñadas en el pasado, al estilo de Los Supersónicos, y que resulta muy atractivo.
En la película de El Dormilón no aparece el salón, pues las escenas tienen lugar en las estancias de la segunda planta, desde donde el histriónico protagonista trata de huir intentando bajar del imponente voladizo con una escalera de mano, desafiando varias leyes de la física y provocando la inevitable risa en el espectador.
Otra de las estancias que también resultan impresionantes es uno de los dormitorios, que prácticamente vuela sobre el paisaje con un ventanal ovalado que rodea la cama casi por completo, como si de un mirador panorámico se tratara. La decoración brilla por su ausencia, tan solo un gran cama y una lámpara, pero es que con semejantes vistas, quién necesita cuadros o muebles llamativos.
El resto de la casa es igualmente espectacular y futurista, incluso la barbacoa de la terraza parece sacada de un futuro aún lejano. Seguro que muchos de los que habéis visto la película estáis esperando que de alguna esquina salga Jani 414, el mayordomo mecánico, o mejor aún, a Woody Allen disfrazado de mayordomo mecánico.
Os dejo con una pequeña galería para que disfrutéis de esta obra icónica de la arquitectura que, por cierto, fue subastada en noviembre del año pasado por una cantidad que no he conseguido averiguar pero que, por lo que pagaron sus anteriores compradores, debe de ser obscenamente elevada.
Vía | Retro to Go Más información | Huffington Post En Decoesfera | La casa de George Falconer en "A single man"
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