Ana Obregón ha sido siempre una figura mediática en España, pero en los últimos tiempos su figura ha sido especialmente comentada. La famosa actriz, además, no deja de compartir en redes su nueva vida junto a su nieta en el hogar de la artista en La Moraleja (Madrid).
Según muestra foto tras foto, su casa, además de ser un refugio personal, es un lugar cargado de historia familiar y, recientemente, ha sido objeto de una gran transformación gracias al revulsivo que ha sido su nieta, y que junto a su mascota, componen.
Llena de luz
La residencia, que fue adquirida por su padre, Antonio García Fernández, es parte de una finca familiar en la que se construyeron varias viviendas para mantener a la familia unida, como sería el sueño de cualquier padre o madre de familiar. Se trata, sin duda, de una casa espaciosa, con muchísima luz y con un diseño clásico-moderno, grandes ventanales y un jardín espectacular en el que hace mucha vida.
Uno de los aspectos más llamativos son los muebles de colores blancos, que reman en la dirección de aportar una inundación de luz al conjunto. Armarios, librerías, sofás, marcos de ventanas y mesas respiran al unísono las tonalidades de este inmaculado color.
Este espacio blanco y tan contemporáneo que se aprecia en las fotografías que la artista sube a sus redes está ahora salpicado de juguetes y de los colores de su pequeña nieta, que tiene juguetes repartidos por el salón y por el jardín como cualquier niña de su edad. En estos espacios la famosa comparte momentos de felicidad y diversión que no duda en enseñar.
Destacan los espejos y las columnas blancas, que dan un toque sofisticado y amplían visualmente el espacio. El salón principal mantiene una estética elegante con una paleta en tonos neutros. En este espacio los recuerdos de su hijo son un goteo constante en forma de fotografías y cuadros.
Piscina y jardín privado
Ahora bien, uno de los espacios más llamativos de la casa es sin duda su amplio jardín con piscina, un lugar para pasar las horas de calor madrileño y para relajarse los fines de semana. Rodeado de vegetación, y de celosías llenas de flores este rincón es un verdadero oasis en plena ciudad, perfecto para disfrutar de momentos de tranquilidad.
La fachada, de ladrillo vista, es también un espacio muy recurrente en sus instantáneas sociales, ofreciendo una imagen llena de confort y de contemporaneidad. Con estas pinceladas, Ana Obregón ha sabido crear un hogar que combina elegancia, calidez y recuerdos familiares, convirtiendo su casa en un refugio en el que conviven la modernidad y la historia de su familia.
Fotos | @ana_obregon_oficial/Instagram
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