Las casa de los famosos siempre nos deparan algunas interesantes sorpresas. Desde mansiones espectaculares pasando por apartamentos en los más prestigiados rascacielos de Nueva York, cada personaje de la farándula trata de colocar su sello personal en el lugar que habita. El universo de las estrellas de la música sigue el mismo ritmo y hoy nos trasladamos a Paris, ciudad que ha visto la llegada, hace algunos años, del cantante compositor Lenny Kravitz.
Ubicada en el lujoso barrio del sector XVI, al oeste de la capital francesa, la mansión de Lenny Kravitz es lo que los franceses llaman "Hotel particulier". Cabe señalar que este tipo de residencias son consideradas como palacetes o residencia señorial por no decir mansión urbana. Suelen ser grandes, lujosas y se encuentran en los mejores barrios de las ciudades o en grandes propiedades agrícolas en provincia.
La mansión de Lenny Kravitz en Paris se caracteriza por su estilo decorativo interior que nos llama mucho la atención. Sin definición precisa, con un toque ecléctico, la decoración gira entorno a la combinación de estilos clásico y moderno. Muebles de diseñador, ornamentos clásicos propios de la construcción se mezclan con objetos de arte e instrumentos musicales fuera de serie.
Todos lo anterior gira también alrededor de tres colores principales: el negro, el blanco y el dorado. La personalidad del artista se hace sin duda presente con una decoración personal cuyo estilo difícilmente podríamos encontrar en los catálogos de tiendas especializadas. Los contrastes en los estilos de los objetos y los muebles que adornan cada pieza son espectaculares. ¿Cómo no sorprendernos en un dormitorio con una lámpara de techo súper clásica de cristales con un sillón "moderno" salido de los años setenta?
Lo interesante de la decoración de la mansión de Lenny Kravitz es la personalización de cada habitación. Dormitorios, entrada, salón, comedor, cada uno de ellos posee su propia personalidad. En cada espacio encontramos sin embargo la misma dinámica con colores y estilos. Los clásico, lo moderno y el arte está literalmente pro todas parte. El resultado es sorprendente por su perfecto equilibrio que no nos aburre, muy al contrario.
Mientras el salón recrea un ambiente cálido casi intimista, perfecto para relajarnos y disfrutar de una copa junto a la chimenea, el comedor es más frío con tonos oscuros girando alrededor de negros y grises. Las lámparas de techo siempre están ahí para recordarnos la historia de la mansión y su inevitable estilo clásico. Las paredes recubiertas de obras de arte igualmente oscilan entre lo clásico y lo moderno. Pinturas y fotografías se apoderas de los espacios verticales para llevarnos por un viaje a través del tiempo y del arte.
El dormitorio principal es sorprendentemente eficiente en su estilo que conjuga a la perfección un espacio depurado de superficialidades con grandes ventanas que dan al jardín y por las cuales entra toda la luz natural. Cómo en todas las otras áreas de la casa la decoración contiene blanco, negro, dorado, clásico y moderno. Los baños por su lado, igualmente muy luminosos, tiene mármoles lujosos y sorprenden por las obras de arte que podemos encontrar. ¿Cómo no disfrutar de una copa de vino en la bañera viendo un pieza de arte única?
En resumen, la mansión de Lenny Kravitz en Paris es un perfecto ejemplo de cómo una combinación bien equilibrada de estilos nos ayuda a crear espacios y ambiente únicos que sorprenden. Personalmente podría vivir e un lugar como este, ajustando algunos detalles decorativos por supuesto.
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