Estas casas adosadas parecen más propias del espacio que de un suburbio en el oeste de Sydney. Están situados en Silverwater, un barrio junto al río Parramatta. La zona fue concebida como un parque empresarial aunque desde hace unos años se han desarrollado como zona residencial.
Proyectados por el arquitecto francés Ronald Cecil Sportes el complejo se compone de diez viviendas adosadas ecológicas. Su aspecto está en consonancia con las naves y fábricas que tiene enfrente, no tanto con la colonia residencial de la que forma parte.
Para suavizar este impactante aspecto, el interior de este edificio encierra secretos que hacen la vida más agradable. La entrada de las viviendas se encuentra en el centro y es allí donde encontramos un estanque que rodea la pasarela central mientras la vida se desarrolla en sus aguas, hogar de una colonia de peces.
Las plantas acuáticas y los surtidores completan esta agradable bienvenida, arrullada por el rumor del agua en movimiento. Por la noche luces de color verde tiñen toda la zona creando un entorno casi alienígena.
Las viviendas se abren al exterior a través de patios y terrazas. Estas últimas aparecen cubiertas por unas lamas metálicas que proporcionan sombra y permiten la aireación, evitando el calor excesivo. Los macetones y la tarima de madera reconcilian este espacio con la naturaleza.
Las viviendas se encuentran adosadas únicamente en la planta baja, mientras que en la superior todas llevan una pequeña separación, aportando este detalle más intimidad e independencia a cada hogar.
La planta baja tiene una estructura de loft, unificando en un solo ambiente salón y cocina, separados o unidos por una isla equipada con un fregadero de dos senos.
Grandes ventanales rodean este espacio común y dan salida a un patio en el que la madera toma protagonismo en el suelo y los cerramientos. Dispone de un hueco que rodea todo el patio en el cual poder plantar especies vegetales.
En la segunda planta las habitaciones no parecen disponer de mucho espacio, aunque las terrazas que se dejan ver a través de las puertas de cristal lo amplían visualmente.
La habitación que más me ha gustado sin duda es el baño. De estilo minimalista en blanco, el muro curvo decorado con trencadís de azulejos es un original foco de atención y enmarca la bañera de patas. El suelo está tratado de forma similar, formando un interesante mosaico que lo hace más acogedor.
En el sótano se esconde un moderno garage comunitario para dar servicio a los vecinos. Cubriendo la entrada de los coches se ha construido un huerto, otro elemento más con el cual se pretende dulcificar el marcado estilo futurista e industrial del edificio.
En este vídeo podemos ver la casa en movimiento. Espero que disfrutéis de la visita.
Vía | Apartment Therapy Más información | Flickr En Decoesfera | Casas poco convencionales
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