Tal vez Gérard Depardieu sea el actor francés más internacional. Ha encarnado a prácticamente todos los mitos de la literatura francesa en la gran pantalla, desde Cyrano a Jean Valjean pasando, cómo no, por Obelix y ha aparecido en muchas de las grandes películas del cine francés. El actor ha decidido mudarse a Bélgica aprovechando que allí tienen una política económica más benévola con las grandes fortunas y por lo tanto ha puesto en venta su mansión parisina por unos 50 millones de euros.
La mansión de Depardieu es todo lo que podíamos esperar de un hombre conocido por sus excesos: enorme, abigarrada y muy ecléctica. Vaya, un estilo que no es para todos los públicos como se aprecia ya desde el salón que tenéis bajo estas líneas. Lo primero que llama la atención es que sea diáfana, una característica que no suele abundar en las casas europeas. Lo segundo que a mí me atrapa es la decoración con estatuas a tamaño natural, costumbre que yo pensaba que no se estilaba desde que en Versalles rodaron cabezas. Evidentemente me equivocaba.
Los suelos de mármol son el espejo por el que la luz entra a raudales tanto desde los ventanales como desde la claraboya. Observad cómo el actor ha mezclado sin complejos los taburetes del diseño más actual con butacas de aspecto antiguo, con ese mueble de madera tosco que separa la zona de tertulia y por supuesto con estatuas de busto redondo como os comentaba en el párrafo anterior.
Lo que más me llama la atención del salón de Gérard Depardieu es la barandilla que nos conduce al piso de arriba, y lo que menos me gusta es la barra de bar que tenemos al fondo. Es posible que esa barra nos lleve hacia la cocina pero me parece que con tanto taburete al final se logra más sensación de estar en un pub que en una casa donde te apetezca tomar el desayuno.
En la planta de arriba seguimos teniendo un espacio diáfano, que se cierra como podéis ver con unos paneles tipo japonés para dar intimidad a ese dormitorio que veis en primer plano. Las claraboyas que veíamos en el techo ahora están en el suelo para dejar pasar a su vez la luz que les llega desde arriba.
Si abajo reinaban los suelos de mármol arriba se ha elegido un tipo de tarima que da más calidez y hace más acogedora esta zona, que en principio sería más privada que el piso inferior. Al fondo podemos ver una chimenea decorada en pintura (o en vinilo, no se ve muy bien) y un par de sofás chester que se pueden mover por el espacio de acuerdo con las necesidades de cada momento.
Terminamos en el dormitorio del actor, que tiene un ventanal que da al jardín privado y que constituye una de las paredes de la estancia. La cama tiene una estructura muy similar a la que habíamos visto en la imagen anterior, y la intimidad se garantiza mediante las persianas que podéis ver que están recogidas arriba. Me gusta la opción de un mueble minimalista para la tele de pantalla plana, que hace juego con el resto de muebles de la estancia.
Yo creo que a Gérard Depardieu no le va a costar mucho vender su casa de París, si es que hay gente con el dinero suficiente. De hecho yo misma la compraría si pudiera, me parece una preciosidad los espacios abiertos tipo loft y el jardín... bueno, y el hecho de que esté en París también me atrae un montón. Sobre la decoración, pues casi mejor que me la redecoro yo a mi gusto que en eso sí que no la veo muy acertada.
Imágenes vía | The Real Estalker y Gérard Depardieu en Facebook En Decoesfera | Casas de famosos