Hay casas que enamoran. Casas a la que querríamos teletransportarnos. Casas en las que no nos importaría vivir. Y normalmente, muchas de las casas de los países nórdicos que vemos en revistas y reportajes cumplen estas tres premisas.
Hoy, nos vamos, aunque sea virtualmente, hasta Suecia, y más concretamente hasta la ciudad de Gotemburgo para conocer este precioso apartamento que acaba de ser vendido y que me ha atrapado por completo por los techos altos, por las elegantes molduras, y por cómo han extraído todo el jugo al espacio disponible.
La casa destila paz, relax... esa armonía de las casas nórdicas en las que la luz y la claridad tiene tanta importancia. La principal estancia de la vivienda, en torno a la que gira toda la vida, es el salón cocina, todo unido en un único espacio que cuenta con unos 60 metros cuadrados.
Con la rehabilitación de la vivienda se decidió conservar los elementos que dan sabor a la vivienda, como las molduras, o la estufa sueca que podemos ver al fondo, dándole a las paredes un tono gris claro para pontenciar la luminosidad, pero sin utilizar el blanco a las paredes, que queda reservado al techo, a las molduras o a los marcos de puertas y ventanas.
En este mismo espacio, también destaca la presencia de la cocina, con la pared recubierta de azulejos blancos brillantes, electrodomésticos en color acero, o esos estabtes grises para aumentar la capacidad de almacenamiento.
El dormitorio principal sigue el estilo del resto de la casa, con el gris blanco de las paredes ideal para transmitir la tranquilidad que toda zona de descanso necesita, aunque es más sencillo que el salón, dándole gran importancia a los textiles que hay sobre la cama, que aportanla única nota de color al espacio.
Probablemente a los más observadores no se os ha escapado el detalle de que la estufa no se encuentra en el salón, como suele ser habitual, sino que está tras la puerta del fondo,y más concretamente,en la habitación del bebé.
La explicación está en que para sacar un dormitorio más, se ha levantado un tabique en el fondo para separar el salón de este nuevo dormitorio que en este caso, es para un bebé.
Para acabar, en la entrada de la casa, empapelada en los mismos tonos que reinan en el resto de la vivienda, hay otro elemento que creo que deberíamos tener en todas las casas: un armario en el que guardar abrigos, paraguas, o zapatos, y que me parece súper práctico para tener un pequeño desahogo a nivel de almacenaje...
Ya ti, ¿Qué es lo que más te ha gustado de toda la casa?
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